Reina Valera Gomez - Job
Chapter: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42
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Job 1 |
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1 |
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Hubo un varón en tierra de Uz, que se llamaba Job; y este hombre era perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. |
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2 |
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Y le nacieron siete hijos y tres hijas. |
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3 |
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Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y este varón era el más grande de todos los orientales. |
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4 |
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E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas, para que comiesen y bebiesen con ellos. |
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5 |
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Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días. |
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6 |
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Y un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante de Jehová, entre los cuales vino también Satanás. |
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7 |
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Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Y respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. |
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8 |
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Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal? |
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9 |
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Y respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Teme Job a Dios de balde? |
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10 |
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¿No le has tú cercado a él, y a su casa, y a todo lo que tiene en derredor? El trabajo de sus manos has bendecido, y su hacienda ha crecido sobre la tierra. |
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11 |
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Mas extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu rostro. |
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12 |
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Y dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová. |
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13 |
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Y aconteció un día que sus hijos e hijas estaban bebiendo y comiendo en casa de su hermano el primogénito, |
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y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos, |
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15 |
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y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para traerte la noticia. |
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16 |
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Aún estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y los criados, y los consumió; solamente escapé yo para traerte la noticia. |
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17 |
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Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos, y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para traerte la noticia. |
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18 |
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Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; |
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19 |
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y he aquí un gran viento que vino del lado del desierto, y azotó las cuatro esquinas de la casa, y cayó sobre los jóvenes, y murieron; solamente escapé yo para traerte la noticia. |
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20 |
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Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y cayendo en tierra adoró; |
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21 |
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y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. |
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22 |
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En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno. |
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Job 2 |
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1 |
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Y otro día aconteció que vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos para presentarse delante de Jehová. |
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2 |
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Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. |
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3 |
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Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que aún retiene su integridad, a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? |
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4 |
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Y respondiendo Satanás dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. |
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5 |
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Mas extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no te maldice en tu rostro. |
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6 |
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Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. |
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7 |
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Y salió Satanás de delante de Jehová, e hirió a Job de unas llagas malignas desde la planta de su pie hasta la coronilla de su cabeza. |
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8 |
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Y tomó Job un tiesto para rascarse con él, y se sentó en medio de ceniza. |
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9 |
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Entonces su esposa le dijo: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. |
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10 |
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Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. |
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11 |
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Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían concertado de venir juntos para condolerse de él y para consolarle. |
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12 |
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Y cuando alzaron los ojos desde lejos y no lo conocieron, alzaron su voz, y lloraron; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo hacia el cielo sobre sus cabezas. |
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13 |
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Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande. |
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Job 3 |
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1 |
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Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día. |
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2 |
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Y exclamó Job, y dijo: |
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3 |
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Perezca el día en que yo nací, y la noche en que se dijo: Varón es concebido. |
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4 |
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Sea aquel día sombrío, y no cuide de él Dios desde arriba, ni claridad sobre él resplandezca. |
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5 |
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Aféenlo tinieblas y sombra de muerte; repose sobre él nublado, que lo haga horrible como día caliginoso. |
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6 |
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Ocupe la oscuridad aquella noche; no sea contada entre los días del año, ni venga en el número de los meses. |
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7 |
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¡Oh que fuera aquella noche solitaria, que no viniera canción alguna en ella! |
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8 |
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Maldíganla los que maldicen el día, los que se aprestan para levantar su llanto. |
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9 |
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Oscurézcanse las estrellas de su alba; espere la luz, y no venga, ni vea los párpados de la mañana: |
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10 |
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Por cuanto no cerró las puertas del vientre de mi madre, ni escondió de mis ojos la miseria. |
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11 |
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¿Por qué no morí yo en la matriz, o entregué el espíritu al salir del vientre? |
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12 |
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¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Y para qué los pechos para que mamase? |
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13 |
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Pues ahora yacería yo, y reposaría; dormiría, y entonces tendría reposo, |
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14 |
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con los reyes y con los consejeros de la tierra, que edifican para sí lugares desolados; |
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15 |
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o con los príncipes que poseían el oro, que llenaban sus casas de plata. |
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16 |
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O ¿por qué no fui escondido como abortado, como los pequeñitos que nunca vieron la luz? |
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17 |
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Allí los impíos dejan de perturbar, y allí descansan los de agotadas fuerzas. |
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18 |
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Allí reposan juntos los cautivos; no oyen la voz del opresor. |
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19 |
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Allí están el chico y el grande; y el siervo es libre de su señor. |
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20 |
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¿Para qué se da luz al trabajado, y vida al amargado de alma, |
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21 |
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que esperan la muerte, y ella no llega, aunque la buscan más que a tesoros enterrados; |
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22 |
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que se alegran sobremanera, y se gozan, cuando hallan el sepulcro? |
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23 |
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¿ Para qué se da luz al hombre que no sabe por dónde va, y al cual Dios ha acorralado? |
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24 |
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Pues antes que mi pan viene mi suspiro; y mis gemidos corren como aguas. |
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25 |
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Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía. |
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26 |
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No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado; no obstante me vino turbación. |
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Job 4 |
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1 |
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Y respondió Elifaz el temanita, y dijo: |
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2 |
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Si probáremos a hablarte, te será molesto; pero, ¿quién podrá detener las palabras? |
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3 |
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He aquí, tú enseñabas a muchos, y las manos débiles corroborabas; |
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4 |
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al que tropezaba, enderezaban tus palabras, y esforzabas las rodillas que decaían. |
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5 |
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Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas. |
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6 |
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¿Es éste tu temor, tu confianza, tu esperanza, y la integridad de tus caminos? |
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7 |
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Recapacita ahora, ¿quién siendo inocente pereció? Y ¿en dónde los rectos fueron cortados? |
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8 |
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Como yo he visto, los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan. |
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9 |
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Perecen por el aliento de Dios, y por el soplo de su furor son consumidos. |
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10 |
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El rugido del león, y la voz del león, y los dientes de los leoncillos son quebrantados. |
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11 |
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El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son dispersados. |
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12 |
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El asunto también me era a mí oculto; mas mi oído ha percibido algo de ello. |
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13 |
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En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño cae sobre los hombres, |
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14 |
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me sobrevino un espanto y un temblor, que estremeció todos mis huesos; |
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15 |
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y un espíritu pasó por delante de mí, que hizo se erizara el pelo de mi carne. |
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16 |
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Se paró un fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí, y quedo, oí que decía: |
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17 |
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¿Será el mortal más justo que Dios? ¿Será el hombre más puro que su Hacedor? |
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18 |
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He aquí que en sus siervos no confía, y notó necedad en sus ángeles; |
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19 |
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¡Cuánto más en los que habitan en casas de barro, cuyo fundamento está en el polvo, y que serán quebrantados por la polilla! |
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20 |
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De la mañana a la tarde son destruidos, y se pierden para siempre, sin haber quien lo considere. |
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21 |
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Su hermosura, ¿no se pierde con ellos mismos? Mueren, aun sin sabiduría. |
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Job 5 |
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1 |
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Ahora, pues, da voces, si habrá quien te responda; ¿Y a cuál de los santos te volverás? |
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2 |
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Es cierto que al necio lo mata la ira, y al codicioso lo consume la envidia. |
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3 |
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Yo he visto al necio que echaba raíces, y en la misma hora maldije su habitación. |
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4 |
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Sus hijos están lejos de la seguridad, en la puerta son quebrantados, y no hay quien los libre. |
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5 |
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Su mies comen los hambrientos, y la sacan de entre los espinos, y el atracador devora su hacienda. |
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6 |
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Porque la aflicción no sale del polvo, ni la molestia brota de la tierra. |
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7 |
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Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción. |
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8 |
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Ciertamente yo buscaría a Dios, y encomendaría a Él mi causa: |
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9 |
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El cual hace cosas grandes e inescrutables, y maravillas sin número. |
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10 |
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Que da la lluvia sobre la faz de la tierra, y envía las aguas sobre los campos: |
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11 |
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Que pone a los humildes en altura, y a los enlutados levanta a seguridad; |
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12 |
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que frustra los pensamientos de los astutos, para que sus manos no hagan nada; |
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13 |
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que prende a los sabios en la astucia de ellos, y entontece el consejo de los perversos; |
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14 |
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De día tropiezan con las tinieblas, y a mediodía andan a tientas como de noche. |
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15 |
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Mas Él libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, y de la mano violenta; |
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16 |
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por tanto, el menesteroso tiene esperanza, y la iniquidad cierra su boca. |
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17 |
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He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso. |
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18 |
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Porque Él es quien hace la llaga, y Él la vendará: Él hiere, y sus manos curan. |
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19 |
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En seis tribulaciones te librará, y en la séptima no te tocará el mal. |
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20 |
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En el hambre te redimirá de la muerte, y en la guerra, del poder de la espada. |
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21 |
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Del azote de la lengua serás encubierto; no temerás de la destrucción cuando viniere. |
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22 |
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De la destrucción y del hambre te reirás, y no temerás de las fieras del campo: |
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23 |
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Pues aun con las piedras del campo tendrás alianza, y las fieras del campo tendrán paz contigo. |
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24 |
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Y sabrás que hay paz en tu tienda; y visitarás tu morada, y no pecarás. |
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25 |
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Asimismo echarás de ver que tu descendencia será numerosa, y tu prole como la hierba de la tierra. |
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26 |
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Vendrás en la vejez a tu sepultura, como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo. |
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27 |
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He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: Óyelo, y conócelo tú para tu bien. |
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Job 6 |
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1 |
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Y respondió Job y dijo: |
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2 |
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¡Oh, que pudiesen pesar justamente mi sufrimiento, y lo pusiesen en balanza junto con mi calamidad! |
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3 |
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Porque pesarían ahora más que la arena del mar; por tanto, mis palabras han sido precipitadas. |
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4 |
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Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, cuyo veneno bebe mi espíritu; y terrores de Dios me combaten. |
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5 |
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¿Acaso gime el asno montés junto a la hierba? ¿Muge el buey junto a su pasto? |
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6 |
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¿Se comerá lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo? |
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7 |
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Las cosas que mi alma no quería tocar, son ahora mi triste alimento. |
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8 |
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¡Quién me diera que viniese mi petición, y que me otorgase Dios lo que anhelo; |
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9 |
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y que agradara a Dios destruirme; que desatara su mano, y acabara conmigo! |
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10 |
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Y sería aún mi consuelo, si me asaltase con dolor sin dar más tregua, que yo no he escondido las palabras del Santo. |
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11 |
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¿Cuál es mi fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para prolongar mi vida? |
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12 |
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¿ Es mi fuerza la de las piedras, o es mi carne de bronce? |
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13 |
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¿No me ayudo a mí mismo, y el poder me falta del todo? |
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14 |
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El atribulado ha de ser consolado por su compañero; mas se ha abandonado el temor del Omnipotente. |
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15 |
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Mis hermanos han sido traicioneros cual arroyo; pasan como corrientes impetuosas, |
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16 |
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que están escondidas por la helada, y encubiertas con nieve; |
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17 |
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que al tiempo del calor son deshechas, y al calentarse, desaparecen de su lugar; |
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18 |
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se apartan de la senda de su rumbo, van menguando y se pierden. |
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19 |
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Miraron los caminantes de Tema, los caminantes de Seba esperaron en ellas; |
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20 |
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Pero fueron avergonzados por su esperanza; porque vinieron hasta ellas, y se hallaron confusos. |
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21 |
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Ahora ciertamente como ellas sois vosotros; pues habéis visto mi infortunio, y teméis. |
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22 |
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¿Acaso yo os he dicho: Traedme, y pagad por mí de vuestra hacienda; |
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23 |
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libradme de la mano del opresor, y redimidme del poder de los violentos? |
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24 |
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Enseñadme, y yo callaré; y hacedme entender en qué he errado. |
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25 |
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¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Pero, ¿qué reprende vuestra censura? |
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26 |
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¿Pensáis censurar las palabras, y los discursos de un desesperado, que son como el viento? |
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27 |
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También os arrojáis sobre el huérfano, y caváis un hoyo para vuestro amigo. |
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28 |
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Ahora, pues, si queréis, miradme, y ved si miento delante de vosotros. |
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29 |
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Tornad ahora, y no haya iniquidad; volved aún a considerar mi justicia en esto. |
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30 |
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¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas? |
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Job 7 |
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1 |
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¿Acaso no hay un tiempo determinado para el hombre sobre la tierra? ¿ No son sus días como los días del jornalero? |
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2 |
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Como el siervo anhela la sombra, y como el jornalero espera la paga de su trabajo, |
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3 |
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así he tenido que poseer meses de vanidad, y noches de congoja me fueron asignadas. |
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4 |
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Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré, y se acabará la noche? Y estoy lleno de devaneos hasta el alba. |
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5 |
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Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; mi piel hendida y abominable. |
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6 |
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Y mis días fueron más ligeros que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza. |
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7 |
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Acuérdate que mi vida es un soplo, y que mis ojos no volverán a ver el bien. |
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8 |
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Los ojos de los que me ven, no me verán más; fijarás en mí tus ojos, y dejaré de ser. |
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9 |
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Como la nube se desvanece, y se va; así el que desciende al sepulcro ya no subirá; |
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10 |
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No volverá más a su casa, ni su lugar le conocerá más. |
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11 |
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Por tanto yo no refrenaré mi boca; hablaré en la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma. |
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12 |
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¿ Soy yo el mar, o ballena, para que me pongas guarda? |
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13 |
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Cuando digo: Me consolará mi cama, mi lecho atenuará mis quejas; |
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14 |
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Entonces me aterras con sueños, y me turbas con visiones. |
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15 |
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Y así mi alma tuvo por mejor el estrangulamiento y la muerte, más que la vida. |
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16 |
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Desvanezco; no he de vivir para siempre; déjame, pues mis días son vanidad. |
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17 |
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¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y para que pongas sobre él tu corazón, |
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18 |
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y lo visites todas las mañanas, y a cada momento lo pruebes? |
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19 |
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¿Hasta cuándo no te apartarás de mí, y no me soltarás ni siquiera para que trague mi saliva? |
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20 |
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Pequé, ¿qué te hago yo, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto como blanco tuyo, de modo que soy una carga para mí mismo? |
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21 |
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¿Y por qué no perdonas mi rebelión, y quitas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, y si me buscares de mañana, ya no estaré. |
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Job 8 |
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1 |
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Y respondió Bildad suhita, y dijo: |
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2 |
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¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, y las palabras de tu boca serán como un viento impetuoso? |
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3 |
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¿Acaso pervertirá Dios el derecho, o el Todopoderoso pervertirá la justicia? |
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4 |
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Si tus hijos pecaron contra Él, Él los echó en el lugar de su pecado. |
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5 |
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Si tú de mañana buscares a Dios, y suplicares al Todopoderoso; |
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6 |
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Si fueres limpio y recto, ciertamente luego se despertará por ti, y hará próspera la morada de tu justicia. |
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7 |
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Aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrimería será muy grande. |
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8 |
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Porque pregunta ahora a la edad pasada, y disponte a inquirir de los padres de ellos; |
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9 |
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porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra. |
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10 |
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¿No te enseñarán ellos, te hablarán, y de su corazón sacarán palabras? |
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11 |
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¿Crece el junco sin lodo? ¿Crece el prado sin agua? |
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12 |
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Aun en su verdor, y sin ser cortado, se seca antes que toda hierba. |
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13 |
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Tales son los caminos de todos los que se olvidan de Dios; y la esperanza del impío perecerá: |
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14 |
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Porque su esperanza será cortada, y aquello en que confía será tela de araña. |
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15 |
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Se apoyará él sobre su casa, mas no permanecerá; se asirá de ella, mas no resistirá. |
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16 |
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A manera de un árbol, está verde delante del sol, y sus renuevos salen sobre su huerto; |
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17 |
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Sus raíces se entretejen junto a una fuente, y se enlazan hasta un lugar pedregoso. |
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18 |
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Si le arrancaren de su lugar, éste le negará entonces, diciendo: Nunca te vi. |
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19 |
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He aquí éste es el gozo de su camino; y de la tierra brotarán otros. |
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20 |
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He aquí, Dios no desechará al perfecto, ni tampoco ayudará a los malhechores. |
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21 |
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Aún llenará tu boca de risa, y tus labios de júbilo. |
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22 |
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Los que te aborrecen, serán vestidos de vergüenza; y la habitación de los impíos perecerá. |
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Job 9 |
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1 |
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Y respondió Job, y dijo: |
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2 |
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Ciertamente yo conozco que es así: ¿Y cómo se justificará el hombre con Dios? |
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3 |
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Si quisiere contender con Él, no le podrá responder a una cosa de mil. |
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4 |
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Él es sabio de corazón, y poderoso en fortaleza, ¿Quién se endureció contra Él, y le fue bien? |
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5 |
|
Él remueve las montañas con su furor, y ellas no saben quién las trastornó. |
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6 |
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Él sacude la tierra de su lugar, y hace temblar sus columnas: |
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7 |
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Él manda al sol, y no sale; y pone sello a las estrellas: |
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8 |
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Él solo extiende los cielos, y anda sobre las olas del mar: |
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9 |
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Él hizo la Osa Mayor, el Orión y las Pléyades; y los lugares secretos del sur. |
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10 |
|
Él hace cosas grandes e inescrutables; y maravillas, sin número. |
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11 |
|
He aquí que Él pasará delante de mí, y yo no lo veré; y pasará, y no lo percibiré. |
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12 |
|
He aquí, arrebatará; ¿quién se lo impedirá? ¿Quién le dirá: Qué haces? |
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13 |
|
Si Dios no retira su ira, los ayudadores soberbios serán abatidos debajo de Él. |
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14 |
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¿Cuánto menos le responderé yo, y hablaré con Él palabras escogidas? |
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15 |
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Aunque fuese yo justo, no respondería; antes habría de rogar a mi Juez. |
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16 |
|
Que si yo le invocara, y Él me respondiese, aún no creeré que haya escuchado mi voz. |
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17 |
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Porque me ha quebrantado con tempestad, y sin causa ha aumentado mis heridas. |
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18 |
|
No me ha concedido que tome aliento, sino que me ha llenado de amarguras. |
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19 |
|
Si yo hablare de poder, he aquí Él es poderoso; si de juicio, ¿quién me emplazará? |
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20 |
|
Si yo me justificare, me condenaría mi boca; si me dijere perfecto, esto me haría inicuo. |
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21 |
|
Bien que yo fuese íntegro, no conocería mi alma: Despreciaría mi vida. |
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22 |
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Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío Él los consume. |
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23 |
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Si el azote mata de repente, se ríe del sufrimiento de los inocentes. |
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24 |
|
La tierra es entregada en manos de los impíos, y Él cubre el rostro de sus jueces. Si no es Él, ¿quién es? ¿Dónde está? |
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25 |
|
Mis días son más ligeros que un correo; Huyen, y no ven el bien. |
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26 |
|
Pasan cual naves veloces: Como el águila que se lanza sobre su presa. |
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27 |
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Si digo: Olvidaré mi queja, dejaré mi triste semblante y me esforzaré; |
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28 |
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entonces me turban todos mis dolores; sé que no me tendrás por inocente. |
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29 |
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Si soy impío, ¿Para qué, pues, trabajaré en vano? |
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30 |
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Aunque me lave con aguas de nieve, y limpie mis manos con la limpieza misma, |
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31 |
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aún me hundirás en el hoyo, y mis propias vestiduras me abominarán. |
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32 |
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Porque Él no es hombre igual que yo, para que yo le responda, y vengamos juntamente a juicio. |
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33 |
|
Ni hay entre nosotros árbitro, que ponga su mano sobre ambos. |
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34 |
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Quite de sobre mí su vara, y su terror no me espante. |
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35 |
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Entonces yo hablaría, y no le temería; mas no es así conmigo. |
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Job 10 |
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1 |
|
Mi alma está hastiada de mi vida: Daré yo rienda suelta a mi queja sobre mí, hablaré en la amargura de mi alma. |
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2 |
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Diré a Dios: No me condenes; hazme entender por qué contiendes conmigo. |
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3 |
|
¿Te parece bien que oprimas, que deseches la obra de tus manos, y que resplandezcas sobre el consejo de los impíos? |
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4 |
|
¿Acaso tienes tú ojos de carne? ¿Ves tú como ve el hombre? |
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5 |
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¿ Son tus días como los días del hombre, o tus años como los tiempos humanos, |
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6 |
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para que inquieras mi iniquidad, y busques mi pecado? |
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7 |
|
Tú sabes que no soy impío, y que no hay quien libre de tu mano. |
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8 |
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Tus manos me hicieron y me formaron, ¿y luego te vuelves y me deshaces? |
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9 |
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Acuérdate ahora que como a barro me diste forma: ¿Y en polvo me has de tornar? |
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10 |
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¿No me vaciaste como leche, y como queso me cuajaste? |
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11 |
|
Me vestiste de piel y carne, y me rodeaste de huesos y nervios. |
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12 |
|
Vida y misericordia me concediste, y tu cuidado guardó mi espíritu. |
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13 |
|
Estas cosas has guardado en tu corazón; yo sé que están cerca de ti. |
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14 |
|
Si peco, tú me observas, y no me tienes por limpio de mi iniquidad. |
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15 |
|
Si fuere malo, ¡ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza. Estoy hastiado de afrenta, por tanto, mira tú mi aflicción. |
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16 |
|
Si levanto mi cabeza, me cazas como a león, y vuelves a mostrarte maravilloso sobre mí. |
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17 |
|
Renuevas contra mí tus pruebas, y aumentas conmigo tu furor como tropas de relevo. |
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18 |
|
¿Por qué me sacaste de la matriz? Hubiera yo entregado el espíritu, y ningún ojo me habría visto. |
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19 |
|
Fuera como si nunca hubiera existido, llevado del vientre a la sepultura. |
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20 |
|
¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me conforte un poco. |
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21 |
|
Antes que vaya para no volver, a la tierra de tinieblas y de sombra de muerte; |
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22 |
|
Tierra de oscuridad, lóbrega como sombra de muerte, sin orden, donde la luz es como la oscuridad misma. |
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Job 11 |
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1 |
|
Y respondió Zofar naamatita, y dijo: |
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2 |
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¿Las muchas palabras no han de tener respuesta? ¿Y el hombre que habla mucho será justificado? |
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3 |
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¿Harán tus falacias callar a los hombres? ¿Y harás escarnio, y no habrá quien te avergüence? |
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4 |
|
Tú dices: Mi doctrina es pura, y yo soy limpio delante de tus ojos. |
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5 |
|
Mas ¡oh quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contra ti, |
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6 |
|
y que te declarara los secretos de la sabiduría, que son de doble valor que las riquezas! Conocerías entonces que Dios te ha castigado menos de lo que tu iniquidad merece. |
|
7 |
|
Si escudriñas, ¿podrás entender a Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso? |
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8 |
|
Es más alta que los cielos: ¿qué harás? Es más profunda que el infierno: ¿cómo la conocerás? |
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9 |
|
Su dimensión es más extensa que la tierra, y más ancha que el mar. |
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10 |
|
Si Él corta, o aprisiona, o si congrega, ¿quién podrá contrarrestarle? |
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11 |
|
Porque Él conoce a los hombres vanos: Ve asimismo la iniquidad, ¿y no hará caso? |
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12 |
|
El hombre vano se hará entendido, aunque nazca como el pollino del asno montés. |
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13 |
|
Si tú apercibieres tu corazón, y extendieres a Él tus manos; |
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14 |
|
si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more maldad en tus habitaciones; |
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15 |
|
entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y no temerás; |
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16 |
|
y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron; |
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17 |
|
y tu existencia será más clara que el mediodía; Resplandecerás, y serás como la mañana; |
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18 |
|
estarás confiado, porque hay esperanza; mirarás alrededor, y dormirás seguro. |
|
19 |
|
Te acostarás, y no habrá quien te espante; y muchos implorarán tu favor. |
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20 |
|
Pero los ojos de los malos se consumirán, y no tendrán refugio; y su esperanza será como el dar el último suspiro. |
|
Job 12 |
|
|
1 |
|
Y respondió Job, y dijo: |
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2 |
|
Ciertamente vosotros sois el pueblo; y con vosotros morirá la sabiduría. |
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3 |
|
También tengo yo entendimiento como vosotros; no soy yo menos que vosotros: ¿Y quién habrá que no pueda decir otro tanto? |
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4 |
|
Yo soy uno de quien su amigo se mofa, que invoca a Dios, y Él le responde; con todo, el justo y perfecto es escarnecido. |
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5 |
|
Aquel cuyos pies van a resbalar, es como una lámpara despreciada de aquel que está a sus anchas. |
|
6 |
|
Prosperan las tiendas de los ladrones, y los que provocan a Dios viven seguros; en cuyas manos Él ha puesto cuanto tienen. |
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7 |
|
Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; y a las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán; |
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8 |
|
o habla a la tierra, y ella te enseñará; los peces del mar también te lo declararán. |
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9 |
|
¿Qué cosa de todas éstas no entiende que la mano de Jehová la hizo? |
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10 |
|
En su mano está el alma de todo viviente, y el hálito de todo ser humano. |
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11 |
|
¿No distingue el oído las palabras, y el paladar prueba la comida? |
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12 |
|
En los ancianos está la sabiduría, y en la largura de días la inteligencia. |
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13 |
|
Con Dios está la sabiduría y la fortaleza; suyo es el consejo y la inteligencia. |
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14 |
|
He aquí, Él derriba, y no será reedificado; Encierra al hombre, y no habrá quien le abra. |
|
15 |
|
He aquí, Él detiene las aguas, y todo se seca; Las envía, y destruyen la tierra. |
|
16 |
|
Con Él está la fortaleza y la sabiduría; Suyo es el que yerra, y el que hace errar. |
|
17 |
|
Él hace andar despojados de consejo a los consejeros, y entontece a los jueces. |
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18 |
|
Él suelta las ataduras de los reyes, y les ata un cinto a sus lomos. |
|
19 |
|
Él lleva despojados a los príncipes, y trastorna a los poderosos. |
|
20 |
|
Él priva del habla al que dice verdad, y quita a los ancianos el consejo. |
|
21 |
|
Él derrama menosprecio sobre los príncipes, y debilita la fuerza de los poderosos. |
|
22 |
|
Él descubre las profundidades de las tinieblas, y saca a luz la sombra de muerte. |
|
23 |
|
Él multiplica las naciones, y Él las destruye: Él esparce a las naciones, y las vuelve a reunir. |
|
24 |
|
Él quita el entendimiento de los jefes del pueblo de la tierra, y les hace vagar por desierto donde no hay camino: |
|
25 |
|
Van a tientas, como en tinieblas y sin luz, y los hace errar como borrachos. |
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Job 13 |
|
|
1 |
|
He aquí que todas estas cosas han visto mis ojos, y oído y entendido mis oídos. |
|
2 |
|
Como vosotros lo sabéis, lo sé yo; no soy menos que vosotros. |
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3 |
|
Mas yo hablaría con el Todopoderoso, y querría razonar con Dios. |
|
4 |
|
Porque ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira; todos vosotros sois médicos nulos. |
|
5 |
|
¡Oh que callarais del todo! Y os sería sabiduría. |
|
6 |
|
Oíd ahora mi razonamiento, y estad atentos a los argumentos de mis labios. |
|
7 |
|
¿Habéis de hablar iniquidad por Dios? ¿Habéis de hablar por Él engaño? |
|
8 |
|
¿Haréis acepción de su persona? ¿Contenderéis vosotros por Dios? |
|
9 |
|
¿Sería bueno que Él os escudriñase? ¿Os burlaréis de Él como quien se burla de algún hombre? |
|
10 |
|
Él os reprochará de seguro, si solapadamente hacéis acepción de personas. |
|
11 |
|
¿No debiera espantaros su majestad, y caer su pavor sobre vosotros? |
|
12 |
|
Vuestras memorias serán comparadas a la ceniza, y vuestros cuerpos como cuerpos de barro. |
|
13 |
|
Callaos, dejadme y hablaré yo, y que venga sobre mí lo que viniere. |
|
14 |
|
¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, y pondré mi alma en mi mano? |
|
15 |
|
He aquí, aunque Él me matare, en Él esperaré; pero sostendré delante de Él mis caminos. |
|
16 |
|
Y Él mismo será mi salvación, porque no entrará en su presencia el hipócrita. |
|
17 |
|
Oíd con atención mi razonamiento, y mi declaración con vuestros oídos. |
|
18 |
|
He aquí ahora, yo he preparado mi causa, y sé que seré justificado. |
|
19 |
|
¿Quién es el que contenderá conmigo? Porque si ahora yo callara, moriría. |
|
20 |
|
A lo menos dos cosas no hagas conmigo; entonces no me esconderé de tu rostro. |
|
21 |
|
Aparta de mí tu mano, y no me asombre tu terror. |
|
22 |
|
Llama luego, y yo responderé; o yo hablaré, y respóndeme tú. |
|
23 |
|
¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo? Hazme entender mi transgresión y mi pecado. |
|
24 |
|
¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo? |
|
25 |
|
¿A la hoja arrebatada has de quebrantar? ¿Y a una paja seca has de perseguir? |
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26 |
|
¿Por qué escribes contra mí amarguras, y me haces cargo de los pecados de mi juventud? |
|
27 |
|
Pones además mis pies en el cepo, y vigilas todos mis caminos, imprimes marcas en las plantas de mis pies. |
|
28 |
|
Y el cuerpo mío se va gastando como de carcoma, como vestido que es comido de polilla. |
|
Job 14 |
|
|
1 |
|
El hombre nacido de mujer, corto de días, y harto de sinsabores. |
|
2 |
|
Que sale como una flor y es cortado; y huye como la sombra, y no permanece. |
|
3 |
|
¿Y sobre éste abres tus ojos, y me traes a juicio contigo? |
|
4 |
|
¿Quién podrá sacar algo limpio de lo inmundo? ¡Nadie! |
|
5 |
|
Ciertamente sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti: Tú le pusiste límites, los cuales no pasará. |
|
6 |
|
Apártate de él, y que descanse hasta que, cual jornalero, haya cumplido su día. |
|
7 |
|
Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán. |
|
8 |
|
Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo, |
|
9 |
|
al percibir el agua reverdecerá, y echará renuevos como planta nueva. |
|
10 |
|
Pero el hombre muere, y es cortado; Perece el hombre, ¿y dónde está él? |
|
11 |
|
Como las aguas se van del mar, y el río se agota y se seca. |
|
12 |
|
Así el hombre yace, y no vuelve a levantarse; hasta que no haya cielo no despertarán, ni se levantarán de su sueño. |
|
13 |
|
¡Oh quién me diera que me escondieses en el sepulcro, que me encubrieras hasta apaciguarse tu ira, que me pusieses plazo, y de mí te acordaras! |
|
14 |
|
Si el hombre muriere, ¿ volverá a vivir? Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga mi transformación. |
|
15 |
|
Tú llamarás, y te responderé yo; tendrás placer en la obra de tus manos. |
|
16 |
|
Pero ahora me cuentas los pasos, y no das tregua a mi pecado. |
|
17 |
|
Sellada está en saco mi transgresión, y tienes cosida mi iniquidad. |
|
18 |
|
Y ciertamente el monte que cae se deshace, y las peñas son traspasadas de su lugar; |
|
19 |
|
Las piedras son desgastadas con el agua impetuosa, que se lleva el polvo de la tierra; de igual manera haces tú perecer la esperanza del hombre. |
|
20 |
|
Para siempre serás más fuerte que él, y él se va; demudarás su rostro, y lo despedirás. |
|
21 |
|
Sus hijos alcanzan honor, y él no lo sabe; o son humillados, y no entiende de ellos. |
|
22 |
|
Mas su carne sobre él se dolerá, y se entristecerá en él su alma. |
|
Job 15 |
|
|
1 |
|
Entonces respondió Elifaz temanita, y dijo: |
|
2 |
|
¿Proferirá el sabio vana sabiduría, y llenará su vientre de viento solano? |
|
3 |
|
¿Disputará con palabras inútiles, y con razones sin provecho? |
|
4 |
|
Tú también disipas el temor, y menosprecias la oración delante de Dios. |
|
5 |
|
Porque tu boca declaró tu iniquidad, pues has escogido el hablar de los astutos. |
|
6 |
|
Tu boca te condenará, y no yo; y tus labios testificarán contra ti. |
|
7 |
|
¿Naciste tú primero que Adán? ¿O fuiste formado antes que los collados? |
|
8 |
|
¿Oíste tú el secreto de Dios, que detienes en ti solo la sabiduría? |
|
9 |
|
¿Qué sabes tú que no sepamos? ¿ Qué entiendes que no se halle en nosotros? |
|
10 |
|
Entre nosotros también hay cabezas canas y hombres viejos, mucho más ancianos que tu padre. |
|
11 |
|
¿En tan poco tienes las consolaciones de Dios? ¿Tienes acaso alguna cosa oculta cerca de ti? |
|
12 |
|
¿Por qué te aleja tu corazón, y por qué guiñan tus ojos, |
|
13 |
|
para que vuelvas tu espíritu contra Dios, y saques tales palabras de tu boca? |
|
14 |
|
¿Qué es el hombre para que sea limpio, y el nacido de mujer, para que sea justo? |
|
15 |
|
He aquí que en sus santos no confía, y ni aun los cielos son limpios delante de sus ojos: |
|
16 |
|
¿Cuánto menos el hombre abominable y vil, que bebe la iniquidad como agua? |
|
17 |
|
Escúchame; yo te mostraré, y te contaré lo que he visto; |
|
18 |
|
Lo que los sabios nos contaron de sus padres, y no lo encubrieron; |
|
19 |
|
A los cuales solamente fue dada la tierra, y no pasó extraño por medio de ellos; |
|
20 |
|
Todos sus días, el impío es atormentado de dolor, y el número de años es escondido al violento. |
|
21 |
|
Estruendos espantosos hay en sus oídos; en la prosperidad el destructor vendrá sobre él. |
|
22 |
|
Él no creerá que ha de volver de las tinieblas, y descubierto está para la espada. |
|
23 |
|
Vaga alrededor tras del pan, diciendo: ¿Dónde está? Sabe que le está preparado día de tinieblas, a la mano. |
|
24 |
|
Tribulación y angustia le aterrarán, y se esforzarán contra él como un rey dispuesto para la batalla. |
|
25 |
|
Por cuanto él extendió su mano contra Dios, y se ensoberbeció contra el Todopoderoso, |
|
26 |
|
Él le acometerá en la cerviz, en lo grueso de las hombreras de sus escudos: |
|
27 |
|
Porque cubrió su rostro con su gordura, e hizo pliegues sobre sus ijares; |
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28 |
|
Y habitó las ciudades asoladas, las casas inhabitadas, que estaban puestas en ruinas. |
|
29 |
|
No se enriquecerá, ni sus bienes perdurarán, ni extenderá por la tierra su hermosura. |
|
30 |
|
No escapará de las tinieblas; la llama secará sus ramas, y con el aliento de su boca perecerá. |
|
31 |
|
No confíe el iluso en la vanidad; porque ella será su recompensa. |
|
32 |
|
Él será cortado antes de su tiempo, y sus renuevos no reverdecerán. |
|
33 |
|
Él perderá su agraz como la vid, y derramará su flor como el olivo. |
|
34 |
|
Porque la congregación de los hipócritas será asolada, y fuego consumirá las tiendas de soborno. |
|
35 |
|
Conciben maldad, y dan a luz iniquidad; y sus entrañas traman engaño. |
|
Job 16 |
|
|
1 |
|
Entonces respondió Job, y dijo: |
|
2 |
|
Muchas veces he oído cosas como éstas: Consoladores molestos sois todos vosotros. |
|
3 |
|
¿Tendrán fin las palabras vanas? O ¿qué te anima a responder? |
|
4 |
|
También yo hablaría como vosotros. Si vuestra alma estuviera en lugar de la mía, yo podría hilvanar palabras contra vosotros, y sobre vosotros movería mi cabeza. |
|
5 |
|
Mas yo os alentaría con mis palabras, y la consolación de mis labios apaciguaría el dolor vuestro. |
|
6 |
|
Si hablo, mi dolor no cesa; y si dejo de hablar, no se aparta de mí. |
|
7 |
|
Pero ahora me ha fatigado: Has tú asolado toda mi compañía. |
|
8 |
|
Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura, que se levanta contra mí para testificar en mi rostro. |
|
9 |
|
Su furor me despedazó, y me ha sido contrario: Crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo. |
|
10 |
|
Abrieron contra mí su boca; hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos. |
|
11 |
|
Me ha entregado Dios al mentiroso, y en las manos de los impíos me hizo estremecer. |
|
12 |
|
Próspero estaba, y me desmenuzó; y me arrebató por la cerviz y me despedazó, y me puso por blanco suyo. |
|
13 |
|
Me rodearon sus arqueros, partió mis riñones, y no perdonó: Mi hiel derramó por tierra. |
|
14 |
|
Me quebrantó de quebranto sobre quebranto; corrió contra mí como un gigante. |
|
15 |
|
Yo cosí cilicio sobre mi piel, y hundí mi cabeza en el polvo. |
|
16 |
|
Mi rostro está hinchado con el lloro, y mis párpados entenebrecidos: |
|
17 |
|
A pesar de no haber iniquidad en mis manos, y de haber sido mi oración pura. |
|
18 |
|
¡Oh tierra! no cubras mi sangre, y no haya lugar a mi clamor. |
|
19 |
|
Mas he aquí que en los cielos está mi testigo, y mi testimonio en las alturas. |
|
20 |
|
Mis amigos me escarnecen; mis ojos derramarán lágrimas ante Dios. |
|
21 |
|
¡Oh que alguien intercediera por el hombre ante Dios, como el hombre intercede por su prójimo! |
|
22 |
|
Mas los años contados vendrán, y yo iré por el camino de donde no volveré. |
|
Job 17 |
|
|
1 |
|
Mi aliento está corrompido, mis días se extinguen, y me está preparado el sepulcro. |
|
2 |
|
No hay conmigo sino escarnecedores, en cuya amargura se detienen mis ojos. |
|
3 |
|
Determina ahora, dame fianza para contigo: ¿Quién es aquél que querría ser mi fiador? |
|
4 |
|
Porque has escondido de su corazón la inteligencia; por tanto, no los exaltarás. |
|
5 |
|
El que habla lisonjas a sus amigos, aun los ojos de sus hijos desfallecerán. |
|
6 |
|
Él me ha puesto por refrán de pueblos, y delante de ellos he sido como tamboril. |
|
7 |
|
Y mis ojos se oscurecieron por causa del dolor, y mis pensamientos todos son como sombra. |
|
8 |
|
Los rectos se maravillarán de esto, y el inocente se levantará contra el hipócrita. |
|
9 |
|
No obstante, proseguirá el justo su camino, y el limpio de manos aumentará la fuerza. |
|
10 |
|
Mas volved todos vosotros, y venid ahora, pues no hallo sabio entre vosotros. |
|
11 |
|
Pasaron mis días, fueron deshechos mis planes, los designios de mi corazón. |
|
12 |
|
Pusieron la noche por día, y la luz se acorta delante de las tinieblas. |
|
13 |
|
Si yo espero, el sepulcro es mi casa: Haré mi cama en las tinieblas. |
|
14 |
|
A la corrupción he dicho: Mi padre eres tú; a los gusanos: Mi madre y mi hermana. |
|
15 |
|
¿Dónde está ahora mi esperanza? Y mi esperanza ¿quién la verá? |
|
16 |
|
Ellos descenderán a la profundidad de la fosa, cuando nosotros descansaremos juntos en el polvo. |
|
Job 18 |
|
|
1 |
|
Entonces respondió Bildad suhita, y dijo: |
|
2 |
|
¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos. |
|
3 |
|
¿Por qué somos tenidos por bestias, y a vuestros ojos somos viles? |
|
4 |
|
Oh tú, que te despedazas con tu furor, ¿Será abandonada la tierra por tu causa, y serán traspasadas de su lugar las peñas? |
|
5 |
|
Ciertamente la luz de los impíos será apagada, y no resplandecerá la centella de su fuego. |
|
6 |
|
La luz se oscurecerá en su tienda, y se apagará sobre él su lámpara. |
|
7 |
|
Los pasos de su vigor serán acortados, y lo precipitará su propio consejo. |
|
8 |
|
Porque red será echada a sus pies, y sobre mallas andará. |
|
9 |
|
Lazo prenderá su calcañar; se afirmará la trampa contra él. |
|
10 |
|
Su cuerda está escondida en la tierra, y hay una trampa para él en la senda. |
|
11 |
|
De todas partes lo asombrarán temores, y le harán huir desconcertado. |
|
12 |
|
Su fuerza será azotada por el hambre, y a su lado estará preparado quebrantamiento. |
|
13 |
|
El primogénito de la muerte devorará la fuerza de su piel, y devorará sus miembros. |
|
14 |
|
Su confianza será arrancada de su tienda, y le conducirá esto, al rey de los espantos. |
|
15 |
|
En su tienda morará como si no fuese suya; piedra azufre será esparcida sobre su morada. |
|
16 |
|
Abajo se secarán sus raíces, y arriba serán cortadas sus ramas. |
|
17 |
|
Su memoria perecerá de la tierra, y no tendrá nombre por las calles. |
|
18 |
|
De la luz será lanzado a las tinieblas, y echado fuera del mundo. |
|
19 |
|
No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, ni quien le suceda en sus moradas. |
|
20 |
|
Los que vengan a él, ese día se espantarán, como fueron espantados los que vinieron antes. |
|
21 |
|
Ciertamente tales son las moradas del impío, Y éste será el lugar del que no conoció a Dios. |
|
Job 19 |
|
|
1 |
|
Entonces respondió Job, y dijo: |
|
2 |
|
¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, y me moleréis con palabras? |
|
3 |
|
Ya me habéis vituperado diez veces: ¿No os avergonzáis de injuriarme? |
|
4 |
|
Y si en verdad he errado, conmigo se quedará mi error. |
|
5 |
|
Mas si vosotros os engrandecéis contra mí, y contra mí invocáis mi oprobio, |
|
6 |
|
sabed ahora que Dios me ha derribado, y me ha envuelto en su red. |
|
7 |
|
He aquí yo clamo agravio, y no soy oído; doy voces, y no hay juicio. |
|
8 |
|
Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; y sobre mis veredas puso tinieblas. |
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9 |
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Me ha despojado de mi gloria, y ha quitado la corona de mi cabeza. |
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10 |
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Me arruinó por todos lados, y perezco; y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado. |
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11 |
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También encendió contra mí su furor, y me contó para sí entre sus enemigos. |
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12 |
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Vinieron sus ejércitos a una, y atrincheraron contra mí su camino, y acamparon en derredor de mi tienda. |
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13 |
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Hizo alejar de mí a mis hermanos, y del todo se extrañaron de mí mis conocidos. |
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14 |
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Mis parientes se detuvieron, y mis conocidos se olvidaron de mí. |
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15 |
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Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; forastero fui yo a sus ojos. |
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16 |
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Llamé a mi siervo, y no respondió; de mi propia boca le suplicaba. |
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17 |
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Mi aliento vino a ser extraño a mi esposa, aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba. |
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18 |
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Aun los muchachos me menospreciaron; al levantarme, hablaban contra mí. |
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19 |
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Todos mis amigos íntimos me aborrecieron; y los que yo amaba, se volvieron contra mí. |
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20 |
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Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos; y he escapado con sólo la piel de mis dientes. |
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21 |
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Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí, porque la mano de Dios me ha tocado. |
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22 |
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¿Por qué me perseguís como Dios, y no os hartáis de mi carne? |
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23 |
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¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro! |
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24 |
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¡Que con cincel de hierro y con plomo fuesen en piedra esculpidas para siempre! |
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25 |
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Yo sé que mi Redentor vive, y en el día final se levantará sobre la tierra; |
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26 |
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y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; |
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27 |
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Al cual he de ver por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mis entrañas se consuman dentro de mí. |
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28 |
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Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del asunto se halla en mí. |
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29 |
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Temed vosotros delante de la espada; porque la ira trae el castigo de la espada, para que sepáis que hay un juicio. |
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Job 20 |
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1 |
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Respondió entonces Zofar el naamatita, y dijo: |
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2 |
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Por cierto mis pensamientos me hacen responder, y por tanto me apresuro. |
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3 |
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La reprensión de mi censura he oído, y me hace responder el espíritu de mi inteligencia. |
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4 |
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¿ No sabes esto, que desde la antigüedad, desde el tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra; |
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5 |
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que la alegría de los impíos es breve, y el gozo del hipócrita sólo por un momento? |
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6 |
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Aunque subiere su altivez hasta el cielo, y su cabeza tocare en las nubes, |
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7 |
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como su estiércol perecerá para siempre; los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él? |
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8 |
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Como sueño volará, y no será hallado; y se disipará como visión nocturna. |
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9 |
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El ojo que le vio, nunca más le verá; ni su lugar le contemplará ya más. |
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10 |
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Sus hijos buscarán el favor de los pobres; y sus manos devolverán lo que él robó. |
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11 |
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Sus huesos están llenos del pecado de su juventud, yacerán con él en el polvo. |
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12 |
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Si el mal se endulzó en su boca, si lo ocultaba debajo de su lengua; |
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13 |
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si le parecía bien, y no lo dejaba, sino que lo detenía en su paladar; |
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14 |
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su comida se mudará en sus entrañas, hiel de áspides será dentro de él. |
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15 |
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Devoró riquezas, mas las vomitará; de su vientre las sacará Dios. |
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16 |
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Veneno de áspides chupará; lo matará lengua de víbora. |
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17 |
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No verá los arroyos, los ríos, los torrentes de miel y de leche. |
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18 |
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Restituirá el trabajo conforme a los bienes que tomó; según su sustancia será la restitución, y no se gozará en ello. |
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19 |
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Por cuanto quebrantó y desamparó a los pobres, y robó casas que él no edificó. |
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20 |
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Por tanto, no sentirá él sosiego en su vientre, ni salvará nada de lo que codiciaba. |
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21 |
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No quedó nada que no comiese; por tanto, su bien no será duradero. |
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22 |
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En la plenitud de su prosperidad, tendrá estrechez; la mano de todos los malvados vendrá sobre él. |
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23 |
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Cuando se pusiere a llenar su vientre, Dios enviará sobre él el furor de su ira, y la hará llover sobre él y sobre su comida. |
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24 |
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Huirá de las armas de hierro, pero el arco de acero le atravesará. |
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25 |
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Saldrá la saeta por su espalda, relumbrante saldrá por su hiel; sobre él vendrán terrores. |
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26 |
|
Todas las tinieblas estarán guardadas en sus lugares secretos; fuego no atizado lo devorará, y consumirá al que quede en su tienda. |
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27 |
|
Los cielos descubrirán su iniquidad, y la tierra se levantará contra él. |
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28 |
|
Los frutos de su casa serán trasportados; serán esparcidos en el día de su furor. |
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29 |
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Ésta es la porción de Dios para el hombre impío, y la herencia que Dios le ha señalado. |
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Job 21 |
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1 |
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Y respondió Job, y dijo: |
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2 |
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Oíd atentamente mi palabra, y sea esto vuestra consolación. |
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3 |
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Soportadme, y yo hablaré; y después que hubiere hablado, escarneced. |
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4 |
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¿Acaso me quejo yo ante algún hombre? ¿Y por qué no se ha de angustiar mi espíritu? |
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5 |
|
Miradme, y espantaos, y poned la mano sobre la boca. |
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6 |
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Aun cuando me acuerdo, me asombro, y el estremecimiento se apodera de mi carne. |
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7 |
|
¿Por qué viven los impíos, y se envejecen, y aun crecen en riquezas? |
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8 |
|
Su simiente es establecida delante de ellos; y sus renuevos delante de sus ojos. |
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9 |
|
Sus casas están libres de temor, y no hay azote de Dios sobre ellos. |
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10 |
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Sus toros engendran, y no fallan; paren sus vacas, y no malogran su cría. |
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11 |
|
Sus pequeños salen como manada, y sus hijos van danzando. |
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12 |
|
Toman el pandero y el arpa, y se regocijan al son de la flauta. |
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13 |
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Pasan sus días en prosperidad, y en un momento descienden a la sepultura. |
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14 |
|
Dicen, pues, a Dios: Apártate de nosotros, pues no queremos el conocimiento de tus caminos. |
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15 |
|
¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a Él? |
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16 |
|
He aquí que su bien no está en manos de ellos: El consejo de los impíos lejos esté de mí. |
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17 |
|
¡Oh cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada, y viene sobre ellos su quebranto, y Dios en su ira les reparte dolores! |
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18 |
|
Serán como la paja delante del viento, y como el tamo que arrebata el torbellino. |
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19 |
|
Dios guardará la iniquidad para los hijos de ellos: Él le dará su pago, para que conozca. |
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20 |
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Verán sus ojos su quebranto, y beberá de la ira del Todopoderoso. |
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21 |
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Porque ¿qué deleite tendrá él de su casa después de sí, siendo cortado el número de sus meses? |
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22 |
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¿Enseñará alguien a Dios sabiduría, juzgando Él a los que están encumbrados? |
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23 |
|
Éste morirá en el vigor de su hermosura, todo quieto y pacífico. |
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24 |
|
Sus colodras están llenas de leche, y sus huesos serán regados de tuétano. |
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25 |
|
Y este otro morirá en amargura de ánimo, y sin haber comido jamás con gusto. |
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26 |
|
Igualmente yacerán ellos en el polvo, y gusanos los cubrirán. |
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27 |
|
He aquí, yo conozco vuestros pensamientos, y las imaginaciones que contra mí forjáis. |
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28 |
|
Porque decís: ¿Qué es de la casa del príncipe, y qué de la tienda de las moradas de los impíos? |
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29 |
|
¿No habéis preguntado a los que pasan por los caminos, y no habéis conocido sus señalamientos, |
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30 |
|
que el malo es reservado para el día de la destrucción? Presentados serán en el día de la ira. |
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31 |
|
¿Quién le denunciará en su cara su camino? Y de lo que él hizo, ¿quién le dará el pago? |
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32 |
|
Porque será llevado al sepulcro, y en su tumba permanecerá. |
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33 |
|
Los terrones del valle le serán dulces; y tras de él será llevado todo hombre, y antes de él han ido innumerables. |
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34 |
|
¿Cómo, pues, me consoláis en vano, viniendo a parar vuestras respuestas en falacia? |
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Job 22 |
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1 |
|
Y respondió Elifaz temanita, y dijo: |
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2 |
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¿Traerá el hombre provecho a Dios, podrá el sabio ser de provecho a sí mismo? |
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3 |
|
¿Tiene contentamiento el Omnipotente en que tú seas justo, gana algo con que tú hagas perfectos tus caminos? |
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4 |
|
¿Te castigará acaso, o vendrá contigo a juicio porque te teme? |
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5 |
|
¿Acaso no será grande tu maldad, y tus iniquidades sin fin? |
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6 |
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Porque tomaste prenda de tus hermanos sin causa, y despojaste de sus ropas al desnudo. |
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7 |
|
No diste de beber agua al cansado, y detuviste el pan al hambriento. |
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8 |
|
Pero el hombre pudiente tuvo la tierra; y habitó en ella el distinguido. |
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9 |
|
A las viudas enviaste vacías, y los brazos de los huérfanos fueron quebrados. |
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10 |
|
Por tanto hay lazos alrededor de ti, y te turba espanto repentino; |
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11 |
|
o tinieblas, para que no veas; y abundancia de agua te cubre. |
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12 |
|
¿No está Dios en la altura de los cielos? Mira lo encumbrado de las estrellas, cuán elevadas están. |
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13 |
|
¿Y dirás tú: Qué sabe Dios? ¿Puede Él juzgar a través de la densa oscuridad? |
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14 |
|
Las densas nubes le cubren, y no ve; y por el circuito del cielo se pasea. |
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15 |
|
¿Quieres tú guardar la senda antigua, que pisaron los hombres perversos? |
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16 |
|
Los cuales fueron cortados antes de tiempo, cuyo fundamento fue como un río derramado: |
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17 |
|
Que decían a Dios: Apártate de nosotros. ¿Y qué les había hecho el Omnipotente? |
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18 |
|
Les había colmado de bienes sus casas. Lejos sea de mí el consejo de los impíos. |
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19 |
|
Verán los justos y se gozarán; y el inocente los escarnecerá, diciendo: |
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20 |
|
Ciertamente nuestra sustancia no ha sido cortada, mas el fuego ha consumido lo que quedó de ellos. |
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21 |
|
Amístate ahora con Él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien. |
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22 |
|
Toma ahora la ley de su boca, y pon sus palabras en tu corazón. |
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23 |
|
Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; alejarás de tu tienda la aflicción; |
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24 |
|
Y tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyos oro de Ofir; |
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25 |
|
y el Todopoderoso será tu defensa, y tendrás plata en abundancia. |
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26 |
|
Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, y alzarás a Dios tu rostro. |
|
27 |
|
Orarás a Él, y Él te oirá; y tú pagarás tus votos. |
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28 |
|
Determinarás asimismo una cosa, y te será firme; y sobre tus caminos resplandecerá la luz. |
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29 |
|
Cuando fueren abatidos, dirás tú: Ensalzamiento habrá; y Dios salvará al humilde de ojos. |
|
30 |
|
Él libertará la isla del inocente; y por la pureza de tus manos será librada. |
|
Job 23 |
|
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1 |
|
Y respondió Job, y dijo: |
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2 |
|
Hoy también hablaré con amargura; porque es más grave mi llaga que mi gemido. |
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3 |
|
¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla. |
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4 |
|
Expondría mi causa delante de Él, y llenaría mi boca de argumentos. |
|
5 |
|
Yo sabría las palabras que Él me respondiera, y entendería lo que Él me dijera. |
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6 |
|
¿Contendería conmigo con su gran fuerza? No; antes Él pondría fuerza en mí. |
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7 |
|
Allí el justo razonaría con Él, y yo sería liberado para siempre de mi Juez. |
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8 |
|
He aquí yo iré al oriente, y Él no estará allí; y al occidente, y no lo percibiré: |
|
9 |
|
Si al norte Él actuare, yo no lo veré; al sur se esconderá, y no lo veré. |
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10 |
|
Mas Él conoce el camino donde voy; me probará, y saldré como oro. |
|
11 |
|
Mis pies han seguido sus pisadas; guardé su camino, y no me aparté. |
|
12 |
|
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida. |
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13 |
|
Pero si Él determina una cosa, ¿quién le hará desistir? Lo que su alma desea, eso hace. |
|
14 |
|
Él, pues, acabará lo que ha determinado de mí: y muchas cosas como éstas hay en Él. |
|
15 |
|
Por lo cual yo me espanto en su presencia; cuando lo considero, tengo miedo de Él. |
|
16 |
|
Dios ha enervado mi corazón, y me ha turbado el Omnipotente. |
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17 |
|
¿Por qué no fui yo cortado delante de las tinieblas, ni cubrió con oscuridad mi rostro? |
|
Job 24 |
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1 |
|
Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿Por qué los que le conocen no ven sus días? |
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2 |
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Traspasan los términos, roban los ganados, y los apacientan. |
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3 |
|
Se llevan el asno de los huérfanos; y toman en prenda el buey de la viuda. |
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4 |
|
Hacen apartar del camino a los menesterosos; y todos los pobres de la tierra se esconden. |
|
5 |
|
He aquí, como asnos monteses en el desierto, salen a su obra madrugando para robar; el desierto es mantenimiento de sus hijos. |
|
6 |
|
En el campo siegan su pasto, y los impíos vendimian la viña ajena. |
|
7 |
|
Al desnudo hacen dormir sin ropa, y que en el frío no tenga cobertura. |
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8 |
|
Con las avenidas de los montes se mojan, y abrazan las peñas por falta de abrigo. |
|
9 |
|
Quitan el pecho a los huérfanos, y de sobre el pobre toman la prenda. |
|
10 |
|
Al desnudo hacen andar sin ropa, y al hambriento quitan las gavillas. |
|
11 |
|
Dentro de sus paredes exprimen el aceite, pisan los lagares, y mueren de sed. |
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12 |
|
De la ciudad gimen los hombres, y claman las almas de los heridos de muerte; mas Dios no puso estorbo. |
|
13 |
|
Ellos son los que, rebeldes a la luz, nunca conocieron sus caminos, ni estuvieron en sus veredas. |
|
14 |
|
A la luz se levanta el matador, mata al pobre y al necesitado, y de noche es como ladrón. |
|
15 |
|
El ojo del adúltero aguarda al anochecer, diciendo: No me verá nadie; y disfraza su rostro. |
|
16 |
|
En las tinieblas minan las casas, que de día para sí señalaron; no conocen la luz. |
|
17 |
|
Porque la mañana es para todos ellos como sombra de muerte; si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman. |
|
18 |
|
Son ligeros como la superficie de las aguas; su porción es maldita en la tierra; no andarán por el camino de las viñas. |
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19 |
|
La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; y el sepulcro a los pecadores. |
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20 |
|
Se olvidará de ellos el seno materno; de ellos sentirán los gusanos dulzura; nunca más habrá de ellos memoria, y como un árbol serán quebrantados los impíos. |
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21 |
|
A la mujer estéril que no da a luz, afligió; y a la viuda nunca hizo bien. |
|
22 |
|
A los fuertes arrastró con su poder: se levanta, y ninguno está seguro de la vida. |
|
23 |
|
Les da seguridad en que se apoyen, y sus ojos están sobre los caminos de ellos. |
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24 |
|
Son exaltados por un poco de tiempo, mas desaparecen y son abatidos como todos los demás; serán encerrados, y cortados como cabezas de espigas. |
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25 |
|
Y si no, ¿quién me desmentirá ahora, o reducirá a nada mis palabras? |
|
Job 25 |
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1 |
|
Y respondió Bildad suhita, y dijo: |
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2 |
|
El señorío y el temor están con Él: Él hace paz en sus alturas. |
|
3 |
|
¿Tienen sus ejércitos número? ¿Sobre quién no está su luz? |
|
4 |
|
¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? ¿O cómo será limpio el que nace de mujer? |
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5 |
|
He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos. |
|
6 |
|
¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, y el hijo de hombre, también gusano? |
|
Job 26 |
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|
1 |
|
Y respondió Job, y dijo: |
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2 |
|
¿En qué ayudaste al que no tiene fuerza? ¿Cómo has amparado al brazo sin fuerza? |
|
3 |
|
¿En qué aconsejaste al que no tiene entendimiento, y qué plenitud de sabiduría has dado a conocer? |
|
4 |
|
¿A quién has anunciado palabras, y de quién es el espíritu que de ti viene? |
|
5 |
|
Cosas inanimadas son formadas debajo de las aguas, y los habitantes de ellas. |
|
6 |
|
El infierno está descubierto delante de Él, y la destrucción no tiene cobertura. |
|
7 |
|
Él extiende el norte sobre vacío, cuelga la tierra sobre nada. |
|
8 |
|
Ata las aguas en sus nubes, y las nubes no se rompen debajo de ellas. |
|
9 |
|
Él cubre la faz de su trono, y sobre él extiende su nube. |
|
10 |
|
Él cercó con término la superficie de las aguas, hasta el fin de la luz y las tinieblas. |
|
11 |
|
Las columnas del cielo tiemblan, y se espantan a su reprensión. |
|
12 |
|
Él divide el mar con su poder, y con su entendimiento hiere su arrogancia. |
|
13 |
|
Su Espíritu adornó los cielos; su mano creó la serpiente tortuosa. |
|
14 |
|
He aquí, estas cosas son sólo parte de sus caminos: ¡Mas cuán poco hemos oído de Él! Pero el estruendo de su poder, ¿quién lo puede comprender? |
|
Job 27 |
|
|
1 |
|
Y reasumió Job su discurso, y dijo: |
|
2 |
|
Vive Dios, el cual ha quitado mi derecho, y el Omnipotente, que amargó el alma mía; |
|
3 |
|
Que todo el tiempo que mi alma esté en mí, y haya hálito de Dios en mis narices, |
|
4 |
|
mis labios no hablarán iniquidad, ni mi lengua pronunciará engaño. |
|
5 |
|
Nunca tal acontezca que yo os justifique; hasta que muera no quitaré de mí mi integridad. |
|
6 |
|
Mi justicia tengo asida, y no la cederé: No me reprochará mi corazón en el tiempo de mi vida. |
|
7 |
|
Sea como el impío mi enemigo, y como el inicuo mi adversario. |
|
8 |
|
Porque ¿cuál es la esperanza del impío, por mucho que hubiere robado, cuando Dios requiera su alma? |
|
9 |
|
¿Oirá Dios su clamor cuando la tribulación sobre él viniere? |
|
10 |
|
¿Se deleitará en el Omnipotente? ¿Invocará a Dios en todo tiempo? |
|
11 |
|
Yo os enseñaré por la mano de Dios; no esconderé lo que hay para con el Omnipotente. |
|
12 |
|
He aquí que todos vosotros lo habéis visto: ¿Por qué, pues, os hacéis enteramente vanos? |
|
13 |
|
Ésta es para con Dios la porción del impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente. |
|
14 |
|
Si sus hijos fueren multiplicados, lo serán para la espada, y sus pequeños no se saciarán de pan; |
|
15 |
|
los que de él quedaren, en muerte serán sepultados; y no llorarán sus viudas. |
|
16 |
|
Aunque amontone plata como polvo, y prepare ropa como el barro; |
|
17 |
|
él la preparará, pero el justo se vestirá de ella, y el inocente repartirá la plata. |
|
18 |
|
Edifica su casa como la polilla, y como la cabaña que hace el guarda. |
|
19 |
|
El rico se acostará, mas no será recogido; abrirá sus ojos, y ya no será. |
|
20 |
|
Se apoderarán de él terrores como aguas; torbellino lo arrebatará de noche. |
|
21 |
|
El viento solano lo levanta, y se va; y tempestad lo arrebatará de su lugar. |
|
22 |
|
Dios, pues, descargará sobre él, y no perdonará; hará él por huir de su mano. |
|
23 |
|
Batirán sus manos sobre él, y desde su lugar le silbarán. |
|
Job 28 |
|
|
1 |
|
Ciertamente la plata tiene sus veneros, y el oro lugar donde se refina. |
|
2 |
|
El hierro se saca del polvo, y de la piedra es fundido el bronce. |
|
3 |
|
A las tinieblas puso término, y examina todo a la perfección, las piedras que hay en la oscuridad y en la sombra de muerte. |
|
4 |
|
Brota el torrente de junto al morador, aguas que el pie había olvidado; se secan luego, se van del hombre. |
|
5 |
|
De la tierra nace el pan, y debajo de ella está como convertida en fuego. |
|
6 |
|
Lugar hay cuyas piedras son zafiro, y sus polvos de oro. |
|
7 |
|
Hay senda que el ave no conoce, ni ojo de buitre ha visto; |
|
8 |
|
los cachorros de león no la han pisado, ni el fiero león pasó por ella. |
|
9 |
|
En el pedernal puso su mano, y trastornó de raíz los montes. |
|
10 |
|
De los peñascos cortó ríos, y sus ojos vieron todo lo preciado. |
|
11 |
|
Detuvo los ríos en su nacimiento, e hizo salir a luz lo escondido. |
|
12 |
|
Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia? |
|
13 |
|
No conoce su valor el hombre, ni se halla en la tierra de los vivientes. |
|
14 |
|
El abismo dice: No está en mí: Y el mar dijo: Ni conmigo. |
|
15 |
|
No se dará por oro, ni su precio será a peso de plata. |
|
16 |
|
No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro. |
|
17 |
|
El oro no se le igualará, ni el diamante; ni se cambiará por joyas de oro fino. |
|
18 |
|
No se hará mención de coral ni de perlas: La sabiduría es mejor que las piedras preciosas. |
|
19 |
|
No se igualará con ella topacio de Etiopía; no se podrá apreciar con oro fino. |
|
20 |
|
¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia? |
|
21 |
|
Porque encubierta está a los ojos de todo viviente, y a toda ave del cielo es oculta. |
|
22 |
|
La destrucción y la muerte dijeron: Su fama hemos oído con nuestros oídos. |
|
23 |
|
Dios entiende el camino de ella, y Él conoce su lugar. |
|
24 |
|
Porque Él mira hasta los fines de la tierra, y ve debajo de todo el cielo. |
|
25 |
|
Al dar peso al viento, y poner las aguas por medida; |
|
26 |
|
Cuando Él hizo ley a la lluvia, y camino al relámpago de los truenos: |
|
27 |
|
Entonces la veía Él, y la manifestaba: La preparó y la descubrió también. |
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28 |
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Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia. |
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Job 29 |
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1 |
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Volvió Job a tomar su discurso, y dijo: |
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2 |
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¡Quién me volviese como en los meses pasados, como en los días cuando Dios me guardaba, |
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3 |
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Cuando su lámpara resplandecía sobre mi cabeza, y por su luz yo caminaba a través de la oscuridad; |
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4 |
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Como fui yo en los días de mi juventud, cuando el secreto de Dios estaba en mi tienda; |
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5 |
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Cuando el Omnipotente aún estaba conmigo, y mis hijos alrededor de mí; |
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6 |
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Cuando lavaba yo mis pasos con leche, y la roca me derramaba ríos de aceite! |
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7 |
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Cuando yo salía a la puerta a juicio, cuando en la plaza preparaba mi asiento; |
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8 |
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Los jóvenes me veían, y se escondían; y los ancianos se levantaban, y estaban en pie; |
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9 |
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Los príncipes detenían sus palabras, ponían la mano sobre su boca; |
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10 |
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Los principales guardaban silencio, y su lengua se pegaba a su paladar: |
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11 |
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Cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían, me daban testimonio: |
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12 |
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Porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que carecía de ayudador. |
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13 |
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La bendición del que se iba a perder venía sobre mí; y al corazón de la viuda daba alegría. |
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14 |
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Me vestía de justicia, y ella me cubría; como manto y diadema era mi justicia. |
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15 |
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Yo era ojos al ciego, y pies al cojo. |
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16 |
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A los menesterosos era padre; y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia; |
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17 |
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y quebraba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar la presa. |
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18 |
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Y decía yo: En mi nido moriré, y como arena multiplicaré días. |
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19 |
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Mi raíz estaba abierta junto a las aguas, y en mis ramas permanecía el rocío. |
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20 |
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Mi honra se renovaba en mí, y mi arco se corroboraba en mi mano. |
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21 |
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Me oían, y esperaban; y callaban a mi consejo. |
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22 |
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Tras mi palabra no replicaban, y mi razón destilaba sobre ellos. |
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23 |
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Y me esperaban como a la lluvia, y abrían su boca como a la lluvia tardía. |
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24 |
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Si me reía con ellos, no lo creían; y no abatían la luz de mi rostro. |
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25 |
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Calificaba yo el camino de ellos, y me sentaba en cabecera; y moraba como rey en el ejército, como el que consuela a los que lloran. |
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Job 30 |
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1 |
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Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo; a cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado. |
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2 |
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¿Y de qué me serviría la fuerza de sus manos, si el vigor de ellos ha perecido? |
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3 |
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Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos; huían a la soledad, a lugar tenebroso, asolado y desierto. |
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4 |
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Recogían malvas entre los arbustos, y raíces de enebro para calentarse. |
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5 |
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Eran arrojados de entre las gentes, les gritaban como tras el ladrón. |
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6 |
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Habitaban en las barrancas de los arroyos, en las cavernas de la tierra, y en las rocas. |
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7 |
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Bramaban entre las matas, y se reunían debajo de los espinos. |
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8 |
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Hijos de viles, y hombres sin nombre, más bajos que la misma tierra. |
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9 |
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Y ahora yo soy su canción, y he venido a ser su refrán. |
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10 |
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Me abominan, se alejan de mí, y aun de mi rostro no detuvieron su saliva. |
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11 |
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Porque Dios desató mi cuerda, y me afligió, por eso se desenfrenaron delante de mi rostro. |
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12 |
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A la mano derecha se levantaron los jóvenes; Empujaron mis pies, y prepararon contra mí los caminos de su destrucción. |
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13 |
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Mi senda desbarataron, se aprovecharon de mi quebrantamiento, contra los cuales no hubo ayudador. |
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14 |
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Vinieron como por portillo ancho, en mi calamidad, se volvieron contra mí. |
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15 |
|
Terrores se han vuelto sobre mí; combatieron como viento mi alma, y mi prosperidad pasó como nube |
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16 |
|
Y ahora mi alma está derramada en mí; días de aflicción se han apoderado de mí. |
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17 |
|
De noche taladra sobre mí mis huesos, y los que me roen no reposan. |
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18 |
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Con grande fuerza es desfigurada mi vestidura; me ciñe como el cuello de mi túnica. |
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19 |
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Me derribó en el lodo, y soy semejante al polvo y a la ceniza. |
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20 |
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Clamo a ti, y no me oyes; me presento, y no me atiendes. |
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21 |
|
Te has vuelto cruel para mí; con el poder de tu mano me persigues. |
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22 |
|
Me levantaste, me hiciste cabalgar sobre el viento, y disolviste mi sustancia. |
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23 |
|
Pues yo sé que me llevarás a la muerte; y a la casa determinada a todo viviente. |
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24 |
|
Sin embargo Él no extenderá su mano contra el sepulcro; ¿Clamarán los sepultados cuando Él los quebrante? |
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25 |
|
¿No lloré yo al afligido? ¿ No se entristeció mi alma sobre el menesteroso? |
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26 |
|
Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal; y cuando esperaba luz, la oscuridad vino. |
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27 |
|
Mis entrañas hierven, y no reposan; días de aflicción me han sobrevenido. |
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28 |
|
Denegrido ando, y no por el sol; me he levantado en la congregación y he clamado. |
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29 |
|
He venido a ser hermano de los dragones, y compañero de los búhos. |
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30 |
|
Mi piel está denegrida sobre mí, y mis huesos se han quemado del calor. |
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31 |
|
Y se ha vuelto mi arpa en luto, y mi flauta en voz de lamentadores. |
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Job 31 |
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1 |
|
Hice pacto con mis ojos: ¿Cómo, pues, había yo de pensar en virgen? |
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2 |
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Porque ¿qué galardón me daría de arriba Dios, y qué heredad el Omnipotente desde las alturas? |
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3 |
|
¿No hay quebrantamiento para el impío, y calamidad inesperada para los que obran iniquidad? |
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4 |
|
¿No ve Él mis caminos, y cuenta todos mis pasos? |
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5 |
|
Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño, |
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6 |
|
sea yo pesado en balanzas de justicia, y que Dios conozca mi integridad. |
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7 |
|
Si mis pasos se apartaron del camino, y si mi corazón se fue tras mis ojos, y si algo sucio se apegó a mis manos, |
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8 |
|
siembre yo y otro coma, y sean desarraigados mis renuevos. |
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9 |
|
Si mi corazón fue engañado acerca de mujer, y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo: |
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10 |
|
Muela para otro mi esposa, y sobre ella otros se encorven. |
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11 |
|
Porque es maldad e iniquidad, que han de castigar los jueces. |
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12 |
|
Porque es fuego que devoraría hasta la destrucción, y desarraigaría toda mi hacienda. |
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13 |
|
Si tuve en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, cuando ellos contendían conmigo, |
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14 |
|
¿qué haré yo cuando Dios se levante? Y cuando Él me pida cuentas, ¿qué le responderé yo? |
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15 |
|
El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él? ¿Y no nos dispuso uno mismo en la matriz? |
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16 |
|
Si estorbé el contento de los pobres, e hice desfallecer los ojos de la viuda; |
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17 |
|
Y si comí mi bocado solo, y no comió de él el huérfano |
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18 |
|
( Porque desde mi juventud creció conmigo como con un padre, y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda ); |
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19 |
|
Si he visto a alguno perecer por falta de ropa, o al menesteroso sin abrigo; |
|
20 |
|
si no me bendijeron sus lomos, y del vellón de mis ovejas se calentaron; |
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21 |
|
si alcé contra el huérfano mi mano, porque vi que me ayudarían en la puerta; |
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22 |
|
mi hombro se caiga de mi espalda, y mi brazo sea quebrado de mi antebrazo. |
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23 |
|
Porque temí el castigo de Dios, contra cuya alteza yo no tendría poder. |
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24 |
|
Si puse en el oro mi esperanza, y dije al oro: Mi confianza eres tú; |
|
25 |
|
Si me alegré de que mi riqueza era grande, y de que mi mano había adquirido mucho; |
|
26 |
|
Ciertamente yo lo llevaría sobre mi hombro, y me lo ceñiría como una corona. |
|
27 |
|
y mi corazón se engañó en secreto, y mi boca besó mi mano: |
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28 |
|
Esto también sería maldad que debiera ser castigada por el juez; porque habría negado al Dios soberano. |
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29 |
|
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal |
|
30 |
|
( Ni aun permití que mi lengua pecase, pidiendo maldición para su alma ); |
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31 |
|
si los siervos de mi morada no decían: ¡Oh que nos diese de su carne, pues no estamos saciados! |
|
32 |
|
El extranjero no pasaba afuera la noche; mis puertas abría al caminante. |
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33 |
|
¿Acaso encubrí, como Adán mis transgresiones, escondiendo en mi seno mi iniquidad, |
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34 |
|
porque tuve temor de la gran multitud, y el menosprecio de las familias me atemorizó, y callé, y no salí de mi puerta? |
|
35 |
|
¡Quién me diera alguien que me oyese! He aquí mi deseo es que el Omnipotente me respondiese, y que mi adversario hubiese escrito un libro. |
|
36 |
|
Ciertamente yo lo llevaría sobre mi hombro, y me lo ceñiría como una corona. |
|
37 |
|
Yo le contaría el número de mis pasos, y como príncipe me presentaría ante Él. |
|
38 |
|
Si mi tierra clama contra mí, y lloran todos sus surcos; |
|
39 |
|
Si comí su sustancia sin dinero, o afligí el alma de sus dueños; |
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40 |
|
En lugar de trigo me nazcan abrojos, y espinas en lugar de cebada. Terminan las palabras de Job. |
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Job 32 |
|
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1 |
|
Y cesaron estos tres varones de responder a Job, por cuanto él era justo a sus propios ojos. |
|
2 |
|
Entonces Eliú hijo de Baraquel, buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira por cuanto él se justificaba más a sí mismo que a Dios. 567 |
|
3 |
|
Se encendió asimismo en ira contra sus tres amigos, porque no hallaban qué responder, aunque habían condenado a Job. |
|
4 |
|
Y Eliú había esperado a que Job terminase de hablar, porque ellos eran más viejos que él. |
|
5 |
|
Pero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones, se encendió su ira. |
|
6 |
|
Y respondió Eliú hijo de Baraquel, buzita, y dijo: Yo soy joven, y vosotros sois ancianos; por tanto, he tenido miedo, y he temido declararos mi opinión. |
|
7 |
|
Yo decía: Los días hablarán, y la muchedumbre de años declarará sabiduría. |
|
8 |
|
Ciertamente espíritu hay en el hombre, y la inspiración del Omnipotente le da entendimiento. |
|
9 |
|
No los grandes son los sabios, ni los viejos entienden el derecho. |
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10 |
|
Por tanto, yo dije: Escuchadme; también yo declararé lo que pienso. |
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11 |
|
He aquí yo he esperado a vuestras razones, he escuchado vuestros argumentos, en tanto que buscabais palabras. |
|
12 |
|
Os he prestado atención, y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job, y responda a sus razones. |
|
13 |
|
Para que no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría: Lo derriba Dios, no el hombre. |
|
14 |
|
Ahora bien, Job no dirigió contra mí sus palabras, ni yo le responderé con vuestras razones. |
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15 |
|
Se espantaron, no respondieron más; se les fueron los razonamientos. |
|
16 |
|
Yo, pues, he esperado, porque no hablaban, antes pararon, y no respondieron más. |
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17 |
|
Por eso yo también responderé mi parte, también yo declararé mi juicio. |
|
18 |
|
Porque lleno estoy de palabras, y el espíritu dentro de mí me constriñe. |
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19 |
|
De cierto mi vientre está como el vino que no tiene respiradero, y se rompe como odres nuevos. |
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20 |
|
Hablaré, pues, y respiraré; abriré mis labios, y responderé. |
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21 |
|
No haré ahora acepción de personas, ni usaré con hombre alguno de títulos lisonjeros. |
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22 |
|
Porque no sé hablar lisonjas; de otra manera en breve mi Hacedor me consumiría. |
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Job 33 |
|
|
1 |
|
Por tanto, Job, oye ahora mis razones, y escucha todas mis palabras. |
|
2 |
|
He aquí yo abriré ahora mi boca, y mi lengua hablará en mi garganta. |
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3 |
|
Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y mis labios proferirán sabiduría pura. |
|
4 |
|
El Espíritu de Dios me hizo, y la inspiración del Omnipotente me dio vida. |
|
5 |
|
Si pudieres, respóndeme: Ordena tus palabras delante de mí, ponte de pie. |
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6 |
|
Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho: Yo también del barro soy formado. |
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7 |
|
He aquí que mi terror no te espantará, ni mi mano se agravará sobre ti. |
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8 |
|
De cierto tú dijiste a oídos míos, y yo oí la voz de tus palabras que decían: |
|
9 |
|
Yo soy limpio y sin defecto; y soy inocente, y no hay maldad en mí. |
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10 |
|
He aquí que Él buscó causas contra mí, y me tiene por su enemigo; |
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11 |
|
Puso mis pies en el cepo, y vigiló todas mis sendas. |
|
12 |
|
He aquí en esto no has hablado justamente: Yo te responderé que mayor es Dios que el hombre. |
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13 |
|
¿Por qué tomaste pleito contra Él? Porque Él no da cuenta de ninguna de sus razones. |
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14 |
|
Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; mas el hombre no entiende. |
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15 |
|
Por sueño de visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho; |
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16 |
|
Entonces revela al oído de los hombres, y les señala su consejo; |
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17 |
|
Para quitar al hombre de su obra, y apartar del varón la soberbia. |
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18 |
|
Él libra su alma de la fosa, y su vida de perecer a espada. |
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19 |
|
También sobre su cama es castigado con dolor fuerte en todos sus huesos, |
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20 |
|
que le hace que su vida aborrezca el pan, y su alma la comida suave. |
|
21 |
|
Su carne desfallece hasta no verse, y sus huesos, que antes no se veían, aparecen. |
|
22 |
|
Y su alma se acerca al sepulcro, y su vida a los que causan la muerte. |
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23 |
|
Si hubiese con él un elocuente mediador, uno entre mil, que anuncie al hombre su deber; |
|
24 |
|
Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, que lo libró de descender al sepulcro, que halló redención: |
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25 |
|
Su carne será más tierna que la del niño, volverá a los días de su juventud. |
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26 |
|
Orará a Dios, y Éste se agradará de él, y él verá su faz con júbilo. Porque Él restituirá al hombre su justicia. |
|
27 |
|
Él mira sobre los hombres; y al que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado; |
|
28 |
|
Dios redimirá su alma, que no pase al sepulcro, y su vida mirará la luz. |
|
29 |
|
He aquí, todas estas cosas hace Dios, dos y tres veces con el hombre; |
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30 |
|
Para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes. |
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31 |
|
Escucha, Job, y óyeme; calla, y yo hablaré. |
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32 |
|
Si tienes algo qué decir, respóndeme; habla, porque yo te quiero justificar. |
|
33 |
|
Y si no, óyeme tú a mí; calla, y te enseñaré sabiduría. |
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Job 34 |
|
|
1 |
|
Además respondió Eliú, y dijo: |
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2 |
|
Oíd, sabios, mis palabras; y vosotros, doctos, estadme atentos. |
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3 |
|
Porque el oído prueba las palabras, como el paladar gusta la comida. |
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4 |
|
Escojamos para nosotros el juicio, conozcamos entre nosotros cuál sea lo bueno; |
|
5 |
|
Porque Job ha dicho: Yo soy justo, y Dios me ha quitado mi derecho. |
|
6 |
|
¿He de mentir yo contra mi razón? Mi herida es incurable sin haber yo transgredido. |
|
7 |
|
¿Qué hombre hay como Job, que bebe el escarnio como agua? |
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8 |
|
Y va en compañía con los que obran iniquidad, y anda con los hombres malignos. |
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9 |
|
Porque ha dicho: De nada sirve al hombre deleitarse a sí mismo en Dios. |
|
10 |
|
Por tanto, varones entendidos, oídme; lejos esté de Dios la impiedad, y del Omnipotente la iniquidad. |
|
11 |
|
Porque Él pagará al hombre según su obra, y Él le hará hallar conforme a su camino. |
|
12 |
|
Sí, por cierto, Dios no hará injusticia, y el Omnipotente no pervertirá el derecho. |
|
13 |
|
¿Quién le dio autoridad sobre la tierra? ¿O quién puso en orden todo el mundo? |
|
14 |
|
Si Él pusiese sobre el hombre su corazón, y recogiese a sí su espíritu y su aliento, |
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15 |
|
toda carne perecería juntamente, y el hombre se tornaría en polvo. |
|
16 |
|
Si tienes entendimiento, oye esto: Escucha la voz de mis palabras. |
|
17 |
|
¿Gobernará el que aborrece juicio? ¿Y condenarás tú al que es tan justo? |
|
18 |
|
¿Se dirá al rey: Perverso; Y a los príncipes: Impíos? |
|
19 |
|
¿ Cuánto menos a Aquel que no hace acepción de personas de príncipes, ni respeta al rico más que al pobre? Porque todos son obras de sus manos. |
|
20 |
|
En un momento morirán, y a medianoche se alborotarán los pueblos, y pasarán, y sin mano será quitado el poderoso. |
|
21 |
|
Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, y ve todos sus pasos. |
|
22 |
|
No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se oculten los que obran maldad. |
|
23 |
|
No carga, pues, Él al hombre más de lo justo, para que vaya con Dios a juicio. |
|
24 |
|
Él quebrantará a los fuertes sin indagación, y pondrá a otros en lugar de ellos. |
|
25 |
|
Por tanto Él hará notorias las obras de ellos, cuando los trastorne en la noche, y sean quebrantados. |
|
26 |
|
Como a malos los herirá en lugar donde sean vistos: |
|
27 |
|
Por cuanto así se apartaron de Él, y no consideraron ninguno de sus caminos; |
|
28 |
|
haciendo venir delante de Él el clamor del pobre, y que oiga el clamor de los necesitados. |
|
29 |
|
Si Él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre; |
|
30 |
|
Haciendo que no reine el hombre hipócrita para vejaciones del pueblo. |
|
31 |
|
De seguro conviene que se diga a Dios: He llevado ya castigo, no ofenderé ya más. |
|
32 |
|
Enséñame tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más. |
|
33 |
|
¿Ha de ser eso según tu mente? Él te retribuirá, ora rehúses, ora aceptes, y no yo; por tanto, habla lo que sabes. |
|
34 |
|
Que los hombres de entendimiento me hablen, y el hombre sabio me oirá: |
|
35 |
|
Job habla sin entendimiento, y sus palabras no son con sabiduría. |
|
36 |
|
Deseo yo que Job sea probado ampliamente, a causa de sus respuestas por los hombres inicuos. |
|
37 |
|
Porque a su pecado añadió rebelión; bate las manos entre nosotros, y contra Dios multiplica sus palabras. |
|
Job 35 |
|
|
1 |
|
Y procediendo Eliú en su razonamiento, dijo: |
|
2 |
|
¿Piensas que es correcto esto que dijiste: Más justo soy yo que Dios? |
|
3 |
|
Porque dijiste: ¿Qué ventaja sacarás tú de ello? ¿O qué provecho tendré de no haber pecado? |
|
4 |
|
Yo te responderé razones, y a tus compañeros contigo. |
|
5 |
|
Mira a los cielos, y ve, y considera que las nubes son más altas que tú. |
|
6 |
|
Si pecares, ¿qué habrás hecho contra Él? Y si tus transgresiones se multiplicaren, ¿qué le harás tú? |
|
7 |
|
Si fueres justo, ¿qué le darás a Él? ¿O qué recibirá de tu mano? |
|
8 |
|
Al hombre como tú dañará tu impiedad, y al hijo del hombre aprovechará tu justicia. |
|
9 |
|
A causa de la multitud de las violencias clamarán, y se lamentarán por el poderío de los grandes. |
|
10 |
|
Y ninguno dice: ¿Dónde está Dios mi Hacedor, que da canciones en la noche, |
|
11 |
|
que nos enseña más que a las bestias de la tierra, y nos hace sabios más que las aves del cielo? |
|
12 |
|
Allí clamarán, pero Él no oirá, por la soberbia de los malos. |
|
13 |
|
Ciertamente Dios no oirá la vanidad, ni la mirará el Omnipotente. |
|
14 |
|
Aunque digas: No lo mirará; el juicio está delante de Él, espera pues, en Él. |
|
15 |
|
Mas ahora, porque en su ira no visita, ni considera con rigor, |
|
16 |
|
por eso Job abre su boca vanamente, y multiplica palabras sin sabiduría. |
|
Job 36 |
|
|
1 |
|
Y añadió Eliú, y dijo: |
|
2 |
|
Espérame un poco, y te enseñaré; porque todavía tengo razones de parte de Dios. |
|
3 |
|
Traeré mi saber desde lejos, y atribuiré justicia a mi Hacedor. |
|
4 |
|
Porque de cierto no son mentira mis palabras; contigo está el que es íntegro en sus conceptos. |
|
5 |
|
He aquí que Dios es poderoso, mas no desestima a nadie; es poderoso en fuerza y sabiduría. |
|
6 |
|
No otorgará vida al impío, y a los afligidos dará su derecho. |
|
7 |
|
No quitará sus ojos del justo; antes bien con los reyes los pondrá en trono para siempre, y serán exaltados. |
|
8 |
|
Y si estuvieren aprisionados en grillos, y atrapados en cuerdas de aflicción, |
|
9 |
|
entonces Él les mostrará la obra de ellos, y que prevalecieron sus transgresiones. |
|
10 |
|
Despierta además el oído de ellos para la corrección, y les dice que se conviertan de la iniquidad. |
|
11 |
|
Si oyeren, y le sirvieren, acabarán sus días en bienestar, y sus años en contentamiento. |
|
12 |
|
Pero si no oyeren, serán pasados a espada, y perecerán sin sabiduría. |
|
13 |
|
Mas los hipócritas de corazón acumulan ira, y no clamarán cuando Él los atare. |
|
14 |
|
Fallecerá el alma de ellos en su juventud, y su vida entre los sodomitas. |
|
15 |
|
Al pobre librará de su pobreza, y en la aflicción despertará su oído. |
|
16 |
|
Asimismo te apartará de la boca de la angustia a lugar espacioso, libre de todo apuro; y te aderezará mesa llena de grosura. |
|
17 |
|
Mas tú has llenado el juicio del impío, en vez de sustentar el juicio y la justicia. |
|
18 |
|
Por lo cual teme que en su ira no te quite con golpe, el cual no puedas apartar de ti con gran rescate. |
|
19 |
|
¿Hará Él estima de tus riquezas, o del oro, o de todas las fuerzas del poder? |
|
20 |
|
No anheles la noche, en que desaparecen los pueblos de su lugar. |
|
21 |
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Guárdate, no te vuelvas a la iniquidad; pues ésta escogiste más bien que la aflicción. |
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22 |
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He aquí que Dios es excelso en su poder; ¿Qué enseñador semejante a Él? |
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23 |
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¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Has hecho iniquidad? |
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24 |
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Acuérdate de engrandecer su obra, la cual contemplan los hombres. |
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25 |
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Los hombres todos la ven; la mira el hombre de lejos. |
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26 |
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He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; ni se puede rastrear el número de sus años. |
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27 |
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Él reduce las gotas de las aguas, al derramarse la lluvia según el vapor; |
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28 |
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Las cuales destilan las nubes, goteando en abundancia sobre los hombres. |
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29 |
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¿Quién podrá comprender la extensión de las nubes, o el sonido estrepitoso de su tabernáculo? |
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30 |
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He aquí que sobre él extiende su luz, y cobija con ella las profundidades del mar. |
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31 |
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Bien que por esos medios castiga a los pueblos, Él da sustento en abundancia. |
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32 |
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Con las nubes encubre la luz, y le manda no brillar, interponiendo aquéllas. |
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33 |
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Tocante a ella anunciará el trueno, su compañero, que hay acumulación de ira sobre el que se eleva. |
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Job 37 |
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1 |
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Ante esto también tiembla mi corazón, y salta de su lugar. |
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2 |
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Oíd atentamente el estruendo de su voz, y el sonido que sale de su boca. |
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3 |
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Debajo de todos los cielos lo dirige, y su luz hasta los fines de la tierra. |
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4 |
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Después del estruendo ruge su voz, truena Él con la voz de su majestad; y aunque sea oída su voz, no los detiene. |
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5 |
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Truena Dios maravillosamente con su voz; Él hace grandes cosas, que nosotros no entendemos. |
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6 |
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Porque a la nieve dice: Desciende a la tierra; también a la llovizna, y al aguacero torrencial de su fortaleza. |
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7 |
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Él sella la mano de todo hombre, para que los hombres todos reconozcan su obra. |
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8 |
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Las bestias entran en su escondrijo, y se quedan en sus moradas. |
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9 |
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Del sur viene el torbellino, y el frío de los vientos del norte. |
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10 |
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Por el soplo de Dios se da el hielo, y el ancho de las aguas es confinado. |
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11 |
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Regando también llega a disipar la densa nube, y con su luz esparce la niebla. |
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12 |
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Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, para hacer sobre la faz del mundo, en la tierra, lo que Él les mande. |
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13 |
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Unas veces por azote, otras por causa de su tierra, otras por misericordia las hará venir. |
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14 |
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Escucha esto, Job; Detente, y considera las maravillas de Dios. |
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15 |
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¿Sabes tú cuándo Dios las pone en concierto, y hace resplandecer la luz de su nube? |
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16 |
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¿Sabes tú las diferencias de las nubes, las maravillas del Perfecto en sabiduría? |
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17 |
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¿Por qué están calientes tus ropas cuando Él aquieta la tierra con el viento del sur? |
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18 |
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¿Extendiste tú con Él los cielos, firmes como un espejo sólido? |
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19 |
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Muéstranos qué le hemos de decir; porque nosotros no podemos ordenar nuestras ideas a causa de las tinieblas. |
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20 |
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¿Será preciso contarle cuando yo hablare? Por más que el hombre razone, quedará como abismado. |
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21 |
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Y ahora no se puede mirar la luz esplendente en los cielos, luego que pasa el viento y los limpia, |
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22 |
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viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible. |
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23 |
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Él es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder; y en juicio y en multitud de justicia no afligirá. |
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24 |
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Lo temerán por tanto los hombres: Él no estima a ninguno que se cree ser sabio de corazón. |
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Job 38 |
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1 |
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Y respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo: |
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2 |
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¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría? |
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3 |
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Ciñe ahora como varón tus lomos; yo te preguntaré, y respóndeme tú. |
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4 |
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¿Dónde estabas cuando yo fundé la tierra? Házmelo saber, si tienes conocimiento. |
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5 |
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¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? |
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6 |
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¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, |
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7 |
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cuando las estrellas del alba juntas alababan, y todos los hijos de Dios daban gritos de gozo? |
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8 |
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¿ Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba como saliendo del vientre; |
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9 |
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cuando puse yo nubes por vestidura suya, y por su faja oscuridad; |
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10 |
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y establecí sobre él mi decreto, y le puse puertas y cerrojo, |
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11 |
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y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y aquí parará la soberbia de tus olas? |
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12 |
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¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar, |
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13 |
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para que ocupe los fines de la tierra, y que sean sacudidos de ella los impíos? |
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14 |
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Ella muda como barro bajo el sello, y viene a estar como con vestidura: |
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15 |
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Mas la luz de los impíos es quitada de ellos, y el brazo enaltecido es quebrantado. |
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16 |
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¿Has entrado tú hasta las fuentes del mar, y has andado escudriñando el abismo? |
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17 |
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¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte, y has visto las puertas de la sombra de muerte? |
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18 |
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¿Has considerado tú la anchura de la tierra? Declara si sabes todo esto. |
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19 |
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¿Por dónde está el camino a donde mora la luz, y dónde está el lugar de las tinieblas, |
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20 |
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para que las lleves a sus términos, y entiendas las sendas de su casa? |
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21 |
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¿ Lo sabes tú, porque entonces ya habías nacido, o porque es grande el número de tus días? |
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22 |
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¿Has entrado tú en los tesoros de la nieve, o has visto los tesoros del granizo, |
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23 |
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lo cual tengo reservado para el tiempo de angustia, para el día de la guerra y de la batalla? |
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24 |
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¿Por qué camino se reparte la luz, y se esparce el viento solano sobre la tierra? |
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25 |
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¿Quién repartió conducto al turbión, y camino a los relámpagos y truenos, |
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26 |
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haciendo llover sobre la tierra deshabitada, sobre el desierto, donde no hay hombre, |
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27 |
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para saciar la tierra desierta e inculta, y para hacer brotar la tierna hierba? |
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28 |
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¿Tiene la lluvia padre? ¿O quién engendró las gotas del rocío? |
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29 |
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¿De qué vientre salió el hielo? Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró? |
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30 |
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Las aguas se endurecen a manera de piedra, y se congela la faz del abismo. |
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31 |
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¿Podrás tú atar las delicias de las Pléyades, o desatarás las ligaduras del Orión? |
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32 |
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¿Sacarás tú a su tiempo las constelaciones de los cielos, o guiarás a la Osa Mayor con sus hijos? |
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33 |
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¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra? |
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34 |
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¿Alzarás tú a las nubes tu voz, para que te cubra muchedumbre de aguas? |
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35 |
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¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y te dirán ellos: Henos aquí? |
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36 |
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¿Quién puso la sabiduría en el corazón? ¿O quién dio a la mente la inteligencia? |
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37 |
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¿Quién puso por cuenta los cielos con sabiduría? Y los odres de los cielos, ¿quién los hace parar, |
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38 |
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cuando el polvo se ha convertido en dureza, y los terrones se han pegado unos con otros? |
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39 |
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¿Cazarás tú la presa para el león? ¿Y saciarás el hambre de los leoncillos, |
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40 |
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cuando están echados en sus cuevas, o se están en sus guaridas para acechar? |
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41 |
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¿Quién prepara al cuervo su alimento, cuando sus polluelos claman a Dios, bullendo de un lado a otro por falta de comida? |
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Job 39 |
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1 |
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¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses? ¿O miras tú las ciervas cuando están pariendo? |
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2 |
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¿Puedes tú contar los meses de su preñez, y sabes el tiempo cuando han de parir? |
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3 |
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Se encorvan, hacen salir sus crías, pasan sus dolores. |
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4 |
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Sus crías están sanas, crecen con el pasto: Salen y no vuelven a ellas. |
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5 |
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¿Quién echó libre al asno montés, y quién soltó sus ataduras? |
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6 |
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Al cual yo puse casa en la soledad, y sus moradas en lugares estériles. |
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7 |
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Se burla de la multitud de la ciudad; no oye las voces del arriero. |
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8 |
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Lo oculto de los montes es su pasto, y anda buscando todo lo que está verde. |
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9 |
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¿Querrá el unicornio servirte a ti, o quedar en tu pesebre? |
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10 |
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¿Atarás tú al unicornio con coyunda para el surco? ¿Labrará los valles en pos de ti? |
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11 |
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¿Confiarás tú en él, por ser grande su fortaleza, y le fiarás tu labor? |
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12 |
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¿Fiarás de él para que recoja tu semilla y la junte en tu era? |
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13 |
|
¿ Diste tú hermosas alas al pavo real, o alas y plumas al avestruz? |
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14 |
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El cual desampara en la tierra sus huevos, y sobre el polvo los calienta, |
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15 |
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y se olvida de que los pisará el pie, y que los quebrará bestia del campo. |
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16 |
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Se endurece para con sus crías, como si no fuesen suyas, no temiendo que su trabajo haya sido en vano; |
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17 |
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Porque le privó Dios de sabiduría, y no le dio inteligencia. |
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18 |
|
Luego que se levanta en alto, se burla del caballo y de su jinete. |
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19 |
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¿Diste tú al caballo su fuerza? ¿Vestiste tú su cuello de crines? |
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20 |
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¿Le intimidarás tú como a alguna langosta? El resoplido de su nariz es formidable: |
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21 |
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Escarba la tierra, se alegra en su fuerza, sale al encuentro de las armas: |
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22 |
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Hace burla del espanto, y no teme, ni vuelve el rostro delante de la espada. |
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23 |
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Contra él suena la aljaba, el hierro de la lanza y de la jabalina; |
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24 |
|
Y él con ímpetu y furor escarba la tierra, sin importarle el sonido de la trompeta; |
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25 |
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Antes como que dice entre los clarines: ¡Ea! Y desde lejos huele la batalla, el grito de los capitanes, y el vocerío. |
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26 |
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¿Vuela el halcón por tu sabiduría, y extiende hacia el sur sus alas? |
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27 |
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¿Se remonta el águila por tu mandamiento, y pone en alto su nido? |
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28 |
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Ella habita y mora en la roca, en la cumbre de la peña, en lugar seguro. |
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29 |
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Desde allí acecha la presa; sus ojos observan de muy lejos. |
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30 |
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Sus polluelos chupan la sangre; y donde hubiere cadáveres, allí está ella. |
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Job 40 |
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1 |
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Además respondió Jehová a Job y dijo: |
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2 |
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¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto. |
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3 |
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Y respondió Job a Jehová, y dijo: |
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4 |
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He aquí que yo soy vil, ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca. |
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5 |
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Una vez hablé, mas no responderé: Aun dos veces, pero no añadiré más. |
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6 |
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Entonces respondió Jehová a Job desde el torbellino, y dijo: |
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7 |
|
Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me lo declararás. |
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8 |
|
¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú? |
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9 |
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¿Tienes tú un brazo como Dios? ¿Y tronarás tú con voz como Él? |
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10 |
|
Atavíate ahora de majestad y de alteza; y vístete de honra y de hermosura. |
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11 |
|
Esparce el furor de tu ira; y mira a todo arrogante, y abátelo. |
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12 |
|
Mira a todo soberbio, y humíllalo, y quebranta a los impíos en su sitio. |
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13 |
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Encúbrelos a todos en el polvo, venda sus rostros en la oscuridad; |
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14 |
|
Y yo también te confesaré que podrá salvarte tu diestra. |
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15 |
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He aquí ahora behemot, al cual yo hice contigo; hierba come como buey. |
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16 |
|
He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, y su vigor en el ombligo de su vientre. |
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17 |
|
Su cola mueve como un cedro, y los nervios de sus genitales están entretejidos. |
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18 |
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Sus huesos son fuertes como bronce, y sus miembros como barras de hierro. |
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19 |
|
Él es el principal de los caminos de Dios: El que lo hizo, puede hacer que su espada a él se acerque. |
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20 |
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Ciertamente los montes producen hierba para él; y toda bestia del campo retoza allá. |
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21 |
|
Se echará debajo de las sombras, en lo oculto de las cañas, y de los lugares húmedos. |
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22 |
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Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; los sauces del arroyo lo rodean. |
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23 |
|
He aquí que él bebe un río, y no se inmuta; y confía que puede pasarse el Jordán por su boca. |
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24 |
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Lo toma con sus ojos; su nariz atraviesa el lazo. |
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Job 41 |
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1 |
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Sacarás tú al leviatán con el anzuelo, o con la cuerda que le eches en su lengua? |
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2 |
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¿Pondrás tú garfio en sus narices, y horadarás con espina su quijada? |
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3 |
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¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Te hablará él lisonjas? |
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4 |
|
¿Hará pacto contigo? ¿Le tomarás por siervo para siempre? |
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5 |
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¿Jugarás tú con él como con pájaro, o lo atarás para tus niñas? |
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6 |
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¿Harán de él banquete los compañeros? ¿Lo repartirán entre los mercaderes? |
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7 |
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¿Cortarás tú con cuchillo su piel, o con arpón de pescadores su cabeza? |
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8 |
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Pon tu mano sobre él; te acordarás de la batalla, y no lo volverás a hacer. |
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9 |
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He aquí que la esperanza acerca de él será burlada; porque aun a su sola vista se desmayarán. |
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10 |
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Nadie hay tan osado que lo despierte: ¿Quién, pues, podrá estar delante de mí? |
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11 |
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¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo se lo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío. |
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12 |
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Yo no callaré en cuanto a sus miembros, ni lo de sus fuerzas y la gracia de su disposición. |
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13 |
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¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿Quién se acercará a él con freno doble? |
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14 |
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¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Las hileras de sus dientes espantan. |
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15 |
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Sus escamas son su orgullo, cerradas entre sí estrechamente. |
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16 |
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La una se junta con la otra, que viento no entra entre ellas. |
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17 |
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Unidas están la una a la otra, están trabadas entre sí, que no se pueden separar. |
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18 |
|
Con sus estornudos encienden lumbre, y sus ojos son como los párpados del alba. |
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19 |
|
De su boca salen hachas de fuego, centellas de fuego proceden. |
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20 |
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De sus narices sale humo, como de una olla o caldero que hierve. |
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21 |
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Su aliento enciende los carbones, y de su boca sale llama. |
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22 |
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En su cerviz mora la fortaleza, y se esparce el desaliento delante de él. |
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23 |
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Las partes más flojas de su carne están apretadas: Están en él firmes, y no se mueven. |
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24 |
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Su corazón es firme como una piedra, y fuerte como la muela de abajo. |
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25 |
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De su grandeza tienen temor los fuertes, y a causa de su desfallecimiento hacen por purificarse. |
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26 |
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Cuando alguno lo alcanzare, ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete durará. |
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27 |
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El hierro estima por paja, y el acero por leño podrido. |
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28 |
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Saeta no le hace huir; las piedras de honda se le tornan paja. |
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29 |
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Tiene toda arma por hojarascas, y del blandir de la jabalina se burla. |
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30 |
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Por debajo tiene agudas conchas; Imprime su agudeza en el suelo. |
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31 |
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Hace hervir como una olla el profundo mar, y lo torna como una olla de ungüento. |
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32 |
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En pos de sí hace resplandecer la senda, que parece que el abismo sea cano. |
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33 |
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No hay sobre la tierra semejante a él, que es hecho libre de temor. |
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34 |
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Menosprecia toda cosa alta: Es rey sobre todos los soberbios. |
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Job 42 |
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1 |
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Y respondió Job a Jehová, y dijo: |
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2 |
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Yo sé que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti. |
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3 |
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¿Quién es el que oscurece el consejo sin conocimiento? Por tanto yo hablaba lo que no entendía; cosas muy maravillosas para mí, que yo no sabía. |
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4 |
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Oye te ruego, y hablaré; te preguntaré, y tú me enseñarás. |
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5 |
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De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. |
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6 |
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Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y en ceniza. |
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7 |
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Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras a Job, Jehová dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job. |
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8 |
|
Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros con afrenta, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job. |
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9 |
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Fueron, pues, Elifaz temanita, y Bildad suhita, y Zofar naamatita, e hicieron como Jehová les dijo: y Jehová atendió a Job. |
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10 |
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Y mudó Jehová la aflicción de Job, orando él por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job. |
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11 |
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Y vinieron a él todos sus hermanos, y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y se condolieron de él, y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él; y cada uno de ellos le dio una pieza de dinero, y un zarcillo de oro. |
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12 |
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Y bendijo Jehová la postrimería de Job más que su principio; porque tuvo catorce mil ovejas, y seis mil camellos, y mil yuntas de bueyes, y mil asnas. |
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13 |
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Y tuvo siete hijos y tres hijas. |
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14 |
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Y llamó el nombre de la primera, Jemima, y el nombre de la segunda, Cesia, y el nombre de la tercera, Keren-hapuc. |
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15 |
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Y en toda la tierra no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job; y les dio su padre herencia entre sus hermanos. |
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16 |
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Y después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. |
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17 |
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Y murió Job, viejo y lleno de días. |
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